sábado, 12 de enero de 2013

Una reflexión sobre la vida

A veces tiene uno la sensación que la vida lo atropella. Tengo la seguridad que vivimos en una sociedad que fomenta la ansiedad, el stress y la fatiga. A duras penas podemos disfrutar el tiempo presente porque los acontecimientos del pasado nos paralizan o el futuro que pueda venir nos angustia.

Me comentaba un compañero el otro día que nos pasamos los días esperando que lleguen los fines de semana y nos pasamos las semanas esperando que lleguen las vacaciones. Siempre ponemos nuestra felicidad en un futuro que nunca llega y dejamos escapar los días como el agua que se escurre entre los dedos. Acabo de decir que nuestra sociedad consumista y materialista fomenta este sentimiento, pero no es menos cierto que ya Jesús nos prevenía contra esta manera de entender la vida en el sermón de la montaña del capítulo 6 de San Mateo.

Parece mentira que un texto que tiene casi 2.000 años tenga tanta actualidad como éste. En esta dichosa "crisis" que se ha instalado en nuestra sociedad occidental no nos viene mal que leamos y releamos estas Palabras de Jesucristo para que las interioricemos y las vivamos de verdad:


Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?

Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?

Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?
No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio afán.



Creo que deberíamos tomarnos la vida con más calma, disfrutarla más y no preocuparnos tanto por lo que pudo ser y no fue o por lo que pueda venir y quizás no vendrá. La llamada de Jesús es una invitación a vivir intensa y apasionadamente el presente, con responsabilidad cristiana y sabiendo que Dios protege nuestras vidas.

Hay también un curioso proverbio chino que dice: Si un problema tiene solución, ¿por qué te preocupas? Y si no lo tiene, ¿para qué preocuparse?. Creo que, desde una perspectiva psicológica intenta transmitir esta misma filosofía de vida: Vive el presente, porque lo que está en tu mano lo puedes arreglar, lo que no, no. Por más que uno se preocupe no va a conseguir nada.

Bueno, creo que la idea ha quedado clara. Aprovechemos el presente porque el pasado ya no existe y el futuro aún lo desconocemos. Pongamos nuestra confianza en Dios, que Él nunca defrauda.

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