lunes, 21 de junio de 2021

Indiana Jones y el Templo Maldito (Indiana Jones and the Temple of Doom, EE.UU., 1984)

La semana pasada comentábamos En busca del Arca perdida en el 40 aniversario de su estreno y hoy vamos a analizar otra película de la saga de Indiana Jones, en este caso la secuela Indiana Jones y el Templo Maldito

De entrada hay que decir que aunque su temática vuelve a ser religiosa, en esta ocasión se aparta de la tradición judeocristiana para adentrarse en el exótico mundo de las antiguas religiones orientales, situándose la acción concretamente en un poblado remoto de la India. Es curioso también que los hechos se datan en 1935, un año antes que los de la primera entrega. Lo que sí se mantiene respecto a la primera entrega es el humor y la comedia, utilizados para rebajar la tensión de los momentos de acción y de aventura. En este sentido, me parece que esta segunda entrega cuenta con escenas más cómicas pero a la vez también con otros momentos más angustiosos en los que el corazón del espectador se encoge junto al del protagonista. 

A nivel religioso el tema central es menos conocido para la cultura occidental que el Arca de la Alianza. Indiana Jones escapa de Shanghai y aterriza de manera forzada en un poblado hindú del que han robado una piedra preciosa que supuestamente los protegía. Junto a esa piedra han desaparecido los niños, el agua, los animales, las cosechas y la alegría del pueblo. Indy será el encargado de devolverlos a su sitio. Este diálogo encierra el argumento del film:

- Vinieron del palacio y se llevaron a Sivalinga de nuestra aldea.
- ¿El qué se llevaron?
- Una piedra sagrada que les protege.
- Por eso Siva les ha traído hasta aquí.
- No nos han traído hasta aquí. Tuvimos un accidente de avión.
- Nos estrellamos.
- No, no.
- Rezamos a Siva para que nos ayude a encontrar la piedra. Fue Siva quien hizo que cayeran del cielo. Así que irán al palacio de Pankot para encontrar a Sivalinga y devolverla a nuestro pueblo.

    En el diálogo ya se puede apreciar lo que contamos en la primera película respecto a la espiritualidad de Indy. Indiana Jones es un arqueólogo y como tal bastante escéptico ante esta situación. No obstante, en el transcurso de su misión comprobará que dicha piedra tiene efectivamente poderes extraordinarios y que hay cosas que la razón no puede explicar. A modo de profecía se lo adelanta el antagonista del film cuando Indiana descubre que los niños del pueblo son esclavos del marajá: 

    - Hace cien años, en un ataque sangriento de los británicos a este templo, un sacerdote ocultó las últimas dos piedras en las catacumbas.
    - ¿Por eso tiene a estos esclavos cavando?
    - Son niños inocentes.
    - Extraen las gemas por la causa. También buscan las últimas dos piedras. Pronto tendremos las cinco piedras de Sankara y los Thuggee serán todopoderosos. ¿No me cree?
    - ¡Qué imaginación tan portentosa!
    - Me creerá, Dr. Jones. Será un auténtico creyente.

    Poco después, el mismo personaje desvela las verdaderas intenciones y lo que está en juego si las cinco piedras sagradas se juntan:

    Acabaremos con el Dios de los hebreos. Y después el Dios de los cristianos será abatido y olvidado. Pronto Kali Ma gobernará el mundo.

    La película termina con un desenlace en el que se mezcla religión y lo que en occidente conocemos como magia negra. En este sentido, la película (siendo ficción) da por ciertas y veraces las prácticas del vudú, de los chamanes o mediums. Insisto que la saga juega siempre con la ambigüedad de que más allá de una postura oficial increyente del personaje principal en el fondo todo lo que sucede a su alrededor tiene tintes sobrenaturales. En ese sentido me recuerda mucho a la expresión gallega "Yo no creo en las meigas (brujas), pero haberlas haylas...". Un nuevo diálogo hace que el protagonista y el espectador empaticen con los riesgos reales a los que se enfrentan los personajes:

    - Por favor, déjame morir. Le ruego a Siva que me deje morir, pero no muero. Ahora el mal de Kali se apodera de mí.
    - ¿Cómo?
    - Me obligarán a beber la sangre de Kali. Entraré en el sueño negro de Kali Ma.
    - ¿Qué es eso?
    - Seremos como ellos. Seguiremos vivos, pero en una pesadilla. Si bebes la sangre, no despiertas.

    En fin, tal y como comentaba en su predecesora, son filmes que entretienen, divierten, y de paso visibilizan el elemento religioso, cada vez más oculto en nuestra sociedad actual. 

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