lunes, 20 de septiembre de 2021

Seven (EE.UU., 1995)

Aún recuerdo la primera vez que vi esta película, en el seminario rodeado de mis compañeros de estudio. En los años 90 abundaban los thrillers de todo tipo: psicológicos, de acción, policiales, eróticos, políticos... por lo que no era de extrañar que también hubiera lugar para el thriller religioso como el que hoy nos ocupa y que nos concitó a todos alrededor de la televisión de la sala comunitaria. En este caso, el asesino de turno usa los siete pecados capitales para eliminar a sus víctimas. ¿repasamos cuáles son esos siete pecados? hagámoslo con las palabras del Teniente Somerset (Morgan Freeman) tras el segundo asesinato del asesino en serie:

“Hay siete pecados capitales: la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la soberbia, la lujuria y la envidia. Siete. Prepárate para cinco crímenes más.”

Una película que además de con el mencionado Freeman cuenta con Brad Pitt, Gwyneth Paltrow y Kevin Spacey en el reparto no puede andar mal. Para la dirección se contó con David Fincher, que si bien no tenía mucha experiencia como director de largometrajes si había dirigido vídeos musicales para Madonna, Sting, Michael Jackson o The Rolling Stones, lo cual ya es mucho decir en la época dorada de los clips musicales.  

El resultado de todo ello resultó poco menos que una obra maestra del género. Un thriller policiaco oscuro, sombrío, que crea tensión y desasosiego en el espectador a partes iguales. Con los siete pecados capitales como argumento no podía ser de otra manera. lo más bajo de la condición humana sale a relucir en la pervertida mente del serial killer. Argumentalmente la película es un duelo interpretativo entre Freeman y Pitt (detective Mills), un policía al borde de la jubilación y otro que prácticamente comienza su carrera. Ambos tendrán que colaborar en la identificación y detención de este psicópata que asesina sin piedad a sus víctimas en una especie de juego macabro. 

Durante la investigación, se enfrentan las visiones opuestas de ambos protagonistas. El pesimismo existencial de Somerset tras una vida dedicada la lucha contra el crimen y el optimismo pujante de Mills, a quien la vida le sonríe en el plano personal y profesional. Entresaco unas cuantas frases del primero a este respecto:

- Heminway escribió una vez: el mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar... sólo estoy de acuerdo con la segunda parte.
- La apatía es la solución, es decir, resulta más fácil abandonarse a las drogas que enfrentarse a la vida, robar lo que uno quiere que ganárselo, pegar a un niño que enseñarlo. Por otra parte el amor requiere esfuerzo, trabajo.

A nivel de vocabulario religioso hay también algunas frases que merecen la pena ser reseñadas. Me quedo con estas tres:

- Largo es el camino y duro, que del infierno lleva a la Luz. Es de Milton. Paraíso Perdido.
- Vemos pecados en todas partes, vemos pecados en las calles y en las casa, y los toleramos. Pues yo digo: ¡ya no más!
- Los caminos del Señor son inescrutables.

Por último, quería mencionar y clarificar este diálogo de altura teológica:

- Los sermones eran sobre expiación de pecados. Estos asesinatos parecen atrición forzada.
- ¿Atri-qué?
- Atrición es arrepentirte de tus pecados, pero no por amar a Dios.
- Sino por tener un arma en la cara.

Como bien se dice, la diferencia entre la contrición y la atrición es la motivación de ambas. La contrición (más perfecta) nace del amor a Dios mientras que la atrición (llamada también contrición imperfecta) es fruto del miedo al infierno o al castigo divino. Interesante distinción que el film ofrece.

Bueno, para no ser spoiler, no puedo adelantar el final ni la resolución del caso. pero sí puedo afirmar que es una película imprescindible, un must see como dicen los británicos. espero que la disfrutéis y que estos comentarios os hayan ayudado algo a profundizarla.

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