Vamos como siempre a realizar un análisis por partes. En gran medida, esta frescura a la que he aludido anteriormente se debe a su director, Roberto Bueso, un joven talento del Cine español actual, siendo éste su segundo largometraje tras "La Banda" (2019). Roberto pertenece a una generación que está intentando realizar un Cine diferente, alejándose de los clichés tópicos y casi exclusivos (Guerra Civil y sexo) que han copado casi todas las películas españolas desde la llegada de la democracia hasta hace unos años.
El casting mezcla la veteranía y la experiencia de actores consagrados (Carmen Machi, Nuria González, Manolo Solo o Pablo Chiapella) con la irrupción de jóvenes talentos (Paula Usero) o el debut de un grupo de niños no profesionales entre los que destaca Dairon Tallon. Los decorados, vestuarios y la ambientación reflejan bastante bien el Madrid de los años 90, mientras que al igual que en la referida La llamada, la B.S.O. juega un papel destacadísimo, si bien en este caso no son canciones originales sino una selección de temas conocidos por el espectador y en su mayoría noventeros, como Faith (George Michael), Wooly Bully, Sarà perché ti amo (Ricchi e Poveri), Desesperada (Marta Sánchez) o el propio Himno Nacional Español. También son muy entrañables las imágenes del programa televisivo de la época Lo que necesitas es Amor o las de los partidos de la selección española de fútbol durante el Mundial de USA´94, destacando especialmente el lamentable codazo de Tassotti a Luis Enrique que nos costó -una vez más- la eliminación de un Campeonato del Mundo debido a una decisión arbitral.
El argumento está "inspirado" (que no "basado", que es diferente) en hechos reales. La Hermana Marina (Carmen Machi) es una moja "moderna" que llega a El Parral, un Colegio de niños internos gestionado por monjas que está prácticamente en ruina, amenazado por ello de un cierre inminente. Allí entabla amistad con otras dos monjas (Hermana Angelines -Paula Usero- y Hermana Tatiana) al tiempo que hace frente a las reticencias de Julia, la Madre Superiora (Nuria González) y de Don Agustín, el Capellán (Manolo Solo). Con una nueva pedagogía y obteniendo el cariño de los niños, intenta dar una educación distinta al grupo de huérfanos que pasan allí el verano mientras los otros internos disfrutan de sus vacaciones familiares. Su idea final es la de montar un equipo de fútbol con la ayuda del bedel, Rafa (Pablo Chiapella). De entre todos los niños uno comienza a destacar y llegará al fútbol profesional, Valdo (Dairon Tallon).
Visto el apartado técnico vamos con más apuntes. Efectivamente, la película está inspirada en la vida real de una monja de la Orden de las Esclavas, la Hermana Marina (95 años en la actualidad) y del futbolista Valdo, pero no todo lo que se cuenta en el film es real. El futbolista en concreto matizó parte del contenido del film en una entrevista posterior al estreno:
“Yo no he estado nunca abandonado en ningún orfanato y con lo que cuenta la película mi padre no está quedando muy bien. Si yo soy futbolista es gracias a él porque es muy futbolero".
En la realidad, cuenta, su padre era un minero originario de Cabo Verde y esa es la razón de que durante el verano tuviera que seguir en el internado. No obstante, acerca de la película, el propio Valdo reconoció que:
"La película es graciosa y está muy bien hecha. Es una inspiración libre de lo que vivimos en ese colegio".
El film fomenta claramente valores como la amistad, la empatía, la solidaridad, el esfuerzo, la constancia o el optimismo vital. Queda meridianamente clara la generosidad de las monjas, quienes dedican su vida altruistamente a dar cuidado y cariño a lo que el Papa Francisco llama "Los descartados de la sociedad". Dicho esto, algunas quedan mejor que otras. Las tres hermanas protagonistas, representan la cara amable de una Iglesia que busca modernizarse y romper esquemas preconcebidos. No tanto la Madre Superiora, quien a pesar de tener un buen fondo es icono de la típica monja amargada y que amarga la vida a los demás. Tampoco sale excesivamente bien parado el sacerdote, un "trepa" de toda la vida, egoísta, hipócrita, interesado... y cuya única aspiración vital es escalar en la jerarquía eclesial. El obispo, por su parte, queda plasmado como un bobalicón que no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor y que es fácilmente manipulable tanto por las monjas como por el sacerdote. No digo yo que no existan monjas, curas y obispos que den ese perfil, pero en el fondo se trata de clichés fáciles bastante estereotipados.
A nivel espiritual y cristiano no sé si se le puede sacar tanta miga como a nivel humano. Quizás lo más interesante de todo es la imagen -ya comentada- que se transmite de una persona (en este caso una monja) que entrega desinteresadamente su vida sin esperar nada a cambio, simplemente para mejorar las condiciones de vida de sus semejantes. Este tema no es "moco de pavo", pero desgraciadamente al tratarse de una comedia no se profundiza excesivamente en él. Quitando esto, se echan en falta escenas de oraciones, de interioridad... o alguna frase con profundidad, ya que, por ejemplo, la única frase que se cita de la Biblia es inventada por la Hermana Marina. Si acaso se puede subrayar también la soledad y la austeridad en las que viven las personas consagradas, detalles que se traslucen en las abundantes escenas de las habitaciones del Convento.
Respecto al lenguaje utilizado en el film es aceptable bajo mi punto de vista ya que hablamos de huérfanos que en aquella época tenían esa manera de expresarse. Desgraciadamente nuestra juventud también lo hace hoy en día con toda naturalidad. Aparte de estos insultos, durante toda la película solo se escucha una blasfemia -que yo no soy capaz de repetir- que únicamente encuentra justificación en lo anteriormente expuesto, aunque yo personalmente la hubiera suprimido del guion. Lo mismo puedo comentar de una escena que bajo mi punto de vista es de mal gusto. Me refiero al momento de la Primera Comunión de los chavales, en los que el sacerdote va comentando cada Comunión diciendo una "gracia" completamente fuera de contexto en un momento tan sagrado. Es una comedia y hay que aceptarla como tal, pero personalmente creo que hay momentos que deben ser más respetados que otros. Sí me parecen mejor tratados otras escenas como el momento de la Confesión, el que un chico le dé sistemáticamente la vuelta a una cruz como broma (dentro del contexto del film), el que tras la estampa de una Virgen esté la imagen de Marta Sánchez (el mito erótico de la España de los 90) o que la pandilla juegue en plan broma a la ouija. Todo ello encaja en la trama-comedia y añade credibilidad a la historia. No obstante, no hubiera venido mal un asesor religioso del que creo que la película carece. De otra forma no se puede explicar que un sacerdote (Don Agustín) lleve una cruz pectoral propia de los obispos o que el propio obispo vaya vestido con los colores cardenalicios. Tampoco es creíble que el sacerdote amenace con darle otro destino a una monja, ya que de eso solo se puede encargar la superiora de su Orden.
En definitiva y como resumen, me parece una película interesante de ver, entretenida, transmisora de valores y muy bien protagonizada por niños, con la dificultad añadida que ello conlleva para el director... Un buen ejemplo de cine familiar y cristiano, aunque con las matizaciones anteriormente realizadas.
Esta película , la vi el año pasado en mi casa con mi familia .Me pareció una película super divertida y graciosa. Destaca lo afortunados que somos de tener una familia. Entre ellos formaban una familia y se lo pasaban muy bien a pesar de ser un poco traviesos .También esta película muestra lo importante que es la constancia y esforzarse para conseguir todo lo que te propongas .En este caso con el futbol que empezaron siendo un equipo no muy bueno pero con esfuerzo y espíritu de superación lo consiguieron. Las monjas siempre estuvieron ahí apoyando y entrenando a los chicos e inculcándoles valores ,y que nunca has de rendirte aunque haya obstáculos en tu vida que te impidan hacer lo que quieres o lo que te gusta.
ResponderEliminarLe doy un 10/10
Me alegro de que te haya gustado. Un saludo
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