Lo primero que llama la atención de esta película es la traducción de su título. Siendo en inglés "La teoría del todo", en español se llamó "La teoría de la nada", posiblemente para diferenciarla del biopic sobre la vida de Stephen Hawking, aunque las fechas no cuadran en exceso, ya que esta última fue estrenada en 2014, ocho años más tarde de la que hoy nos ocupa. Sea como fuere, lo cierto es que el título que se le puso en español no tiene nada que ver con el planteamiento del film, si bien al final de esta entrada intentaré encontrar una explicación lógica a este asunto...
Vayamos primero con los datos técnicos. Dirigida por David de Vos (primera película de las dos que hasta la fecha tiene en su filmografía) e interpretada por actores de serie B, se trata de un telefilme cuyo objetivo es la defensa de la cosmovisión cristiana. "Visualiza las posibilidades" fue el eslogan comercial elegido para su promoción directamente a través del mercado de DVD sin pasar por la gran pantalla.
Conociendo las intenciones del producto y su bajo presupuesto, tanto el análisis como el juicio crítico hay que realizarlo según esas premisas. Veamos a continuación el argumento y posteriormente los elementos clave del film sin perder nunca de vista la visión apologética que contiene.
Gene es un hombre viudo que en sus últimos días decide ponerse en contacto con Doug, el hijo biológico que entregó en adopción a la muerte de su esposa. Aquejado por una enfermedad degenerativa ("No estoy listo, Señor. No estoy listo. Necesito más tiempo”) revela a su descendiente su gran secreto: lleva toda su vida buscando una fórmula que demuestre la existencia de Dios. En sus propias palabras: “Quizá en dimensiones elevadas, la fe y el conocimiento sean una manifestación de una singularidad subyacente. Tener la una sería tener lo otro. Descubrir lo que gobierna a ambos definiría a Dios”. Teniendo aún incompleta esta tarea y consciente tanto de la pérdida de facultades mentales como de la cercanía del fin de su existencia, la ayuda de su hijo se antoja imprescindible para concluir la ingente tarea de demostrar científicamente a Dios.
La película no es solo un alegato religioso encaminado a mostrar la fe en Dios, sino que también defiende valores tradicionales como la familia o la conversión. Prototipo de todo ello es Doug, quien al principio de la relación con su padre biológico solo ve una posible solución a sus problemas económicos, pero tras esta oración en un templo comienza a ser más humano y ver las cosas de otra manera:
“Jesús, hace tiempo que no hablo contigo, pero necesito tu ayuda. No puedo seguir con esto solo. Por favor, Dios… Haz que sienta que estás ahí”.
Otra figura clave en el desarrollo del guion es Abby, la esposa de Doug, quien lo apoya en todo momento y da una interpretación correcta de lo que sucede, siempre desde un punto de vista creyente. Muestra de ello es este diálogo:
Doug: “Creía que Dios me escuchaba. Iba todo tan bien. No lo entiendo. Porqué Dios trae a Gene a mi vida y luego se lo lleva justo después”
Abby: “Tal vez Dios no lo haya traído a tu vida. Quizás te llevo a ti a la suya. Tú tienes la respuesta que él buscaba: la fe en Jesús. Piénsalo. Gene intentaba buscar a Dios, la vida eterna. Cuando Jesús murió en la cruz se llevó nuestros pecados, abrió la puerta a la vida eterna. Pero para cruzar esa puerta hay que tener fe. Tal vez, por eso te trajo Dios aquí. Para ayudar a Gene a obtener la respuesta”
El
film está salpicado de referencias religiosas. El símbolo del infinito y la
oruga-mariposa como símbolo de la resurrección aparecen en varias ocasiones. En una de ellas incluso se refuerza la idea visual con esta frase:
Gene: “Si una oruga se puede transformar en mariposa y vivir como un ser de una dimensión elevada, quizás nosotros también”
Elementos como oraciones, templos, rezos... aparecen diseminados por toda la trama. Hasta en dos ocasiones se bendicen los alimentos con estas fórmulas:
Cole: “Te damos gracias por los alimentos que vamos a tomar. Te damos gracias por la salud y felicidad y por los que amamos. Amén”
Abby: “Señor, gracias por este momento con la familia. Gracias por esta comida, y sobre todo, gracias por los seres queridos. Amén”.
También una jueza antes de emitir una sentencia proclama unas palabras con un claro sesgo religioso, bastante impensable en otro tipo de películas...:
Jueza: “Como jueza, rezo para pedir la sabiduría de Salomón”
Vamos con el final y -como dije al principio de este post- con una posible explicación al título español, tan enigmático como desconcertante. Vamos a analizar detenidamente las últimas escenas. Gene está convencido de que a través de su mente puede alcanzar una explicación racional de la existencia de Dios y que necesita imperiosamente esa ecuación para no tener miedo:
“Entonces podré creer… con una ecuación así podré conocer la mente de Dios”
Sin embargo, su hijo le hace ver que quizás lo que pretende es imposible. Una fe que se demuestra ya no es fe. Sería la certeza racional de la existencia de Dios, sí, pero algo que se impone a la razón no deja espacio para la libertad humana. El camino que Dios ha elegido para mostrarse al ser humano no pasa por la imposición, sino por la elección libre y confiada. Así se lo hace ver a su padre en estas dos frases:
“Quizás esa respuesta no se halla en una ecuación. Quizás no se trate de encontrar a Dios. Quizás nos encuentre a nosotros”
“Recuerdo que me hablaste de su fe en Jesús, que era muy sencilla. Si tú crees, Gene, si crees de verdad que Él es el camino para encontrar a Dios, para llegar al Cielo, tampoco debes tener miedo”
La manera en la que le muestra a Dios no pasa por la razón sino mediante la experiencia vital, en este caso, a través de la contemplación de uno de los fenómenos más bellos de la naturaleza: la aurora boreal. Este diálogo revela esa experiencia mística:
Doug: “Es la mano De Dios”
Gene: “Es muy hermoso”
Doug: “Sí. Es como la luz del Cielo. Como la gloria de Jesús. No está en tus pizarras... ¿Qué pasa?”
Gene: “No tengo miedo. Ahora creo, Doug. Jesús es el camino. Ya no tengo miedo”
Si mi interpretación es correcta, podemos deducir que los traductores escogieron "La teoría de la nada" como titulo para hacernos ver que todo el trabajo de Gene, aunque ingente, es a todas luces infructuoso. Es imposible demostrar científicamente a Dios y, por ello, todo intento de realizarlo está condenado al fracaso.
El film puede tener muchos detractores, no me cabe duda. La mayoría de ellos no entienden la película porque carecen de cualquier experiencia religiosa. Este sesgo es injusto, ya que no valoran el producto tal como es sino desde sus propios prejuicios. Bajo mi punto de vista, e intentando ser más objetivo, partiendo de unas carencias evidentes (el presupuesto y un reparto de perfil bajo) el film está bien dirigido, bien interpretado, con intuiciones notables y una música que no desentona. 86 minutos que suponen una defensa de la fe, la familia y los valores tradicionales. Todo ello la convierten en recomendable para quienes se sientan a gusto con esas premisas y quieran darse un baño audiovisual para reforzar sus creencias.
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