lunes, 29 de septiembre de 2025

El Amor hecho poesía: Cantar de los Cantares

El Cantar de los Cantares es una colección de poemas de amor. Afortunadamente no todo en el Antiguo Testamento son ejércitos, guerras y pecados de las personas. También tiene cabida el amor. Un amor humano que es símbolo del Amor divino. Como dos amantes que se quieren y se desean así sucede con Dios y su pueblo. Se compone de ocho capítulos de una poesía preciosa atribuida a Salomón en los que intervienen tres personajes: El amante, la amada y el coro. No hay casi ninguna mención explícita a Dios o a lo divino, excepto en una interpretación alegórica. Por su contenido es particularmente apto para ceremonias matrimoniales, difícil encontrar -San Pablo aparte- textos tan bellos sobre el amor en la Biblia. 

De entre todas las hermosas palabras, metáforas y piropos que se dedican el amado y la amada, me quedo con unas palabras de esta última en el capítulo 8. Precisamente porque hablan de un amor que ni la muerte puede destruir, que precisamente es el que mejor define al amor divino:

Cantar de los Cantares 8,6-7:

Grábame como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo, porque el Amor es fuerte como la Muerte, inflexible como el Abismo es la pasión. Sus flechas son flechas de fuego, sus llamas, llamas divinas. Los océanos no podrían apagar el amor, ni los ríos anegarlo. Si alguien ofreciera todas las riquezas de su casa por el amor, sería despreciable.

lunes, 22 de septiembre de 2025

El latido del Cielo (España, 2023)

Tras comentar la semana pasada El Cielo no puede esperar, en estos días he visto la que fue anunciada como su segunda parte. En aquella entrada ya intuía que era una continuación necesaria, ya que el primer documental flaqueaba en omitir la opinión que sobre Carlo Acutis tuviesen algunas de las diferentes personas que lo conocieron en vida. 

El latido del Cielo es, por lo tanto, una especie de apéndice del anterior trabajo. Con el eslogan "Los milagros eucarísticos que investigó Carlo Acutis", José María Zabala (junto a su hijo Borja) abordan esa temática incidiendo de paso en más aspectos de la vida del -desde hace un par de semanas- santo. Este trabajo a medio camino entre el documental y lo cinematográfico se realizó de nuevo a través de un crowfunding. El producto final es algo más corto que el anterior (72 minutos) y también concluye con un tema musical -cuyo título es idéntico al del documental- interpretado por el triunfito Luis Mas.

El documental en sí carece de un hilo conductor uniforme, siendo una especie de collage en el que los temas van y vienen. Tan es así que a mi juicio se pueden diferenciar -al menos- cuatro apartados.

En el primero de ellos, intercalado continuamente, se presentan imágenes de la Pasión de Cristo. De Él solo escuchamos las palabras pronunciadas en la cruz: "Tengo sed". Pero su figura está presente en diversos momentos de la obra. Es de destacar que a diferencia del primer documental -más atropellado- en esta ocasión se dejan bastantes momentos de silencio acompañados de una hermosa música de fondo, para que el espectador profundice interiormente en lo que va viendo y oyendo. El material visual de reflexión suele ser casi siempre diversas formas de cruces en diferentes parajes naturales.

Como segundo hilo conductor el espectador puede contemplar animaciones sobre los milagros eucarísticos de varios lugares del mundo que fueron investigados por Carlo Acutis y que forman parte de su exposición. Se desarrollan en total cinco, que primero aparecen a modo de tráiler y luego en un desarrollo individual:

- Legnica (Polonia). Presentado por Andrzej Ziombra (Párroco de San Jacinto) y Krzystif Antonczak (Vicario):  "Una hostia consagrada cayó accidentalmente al suelo, y una vez recogida se depositó en un recipiente. tras un minucioso examen, este fragmento resultó ser una parte del corazón, del miocardio, con el grupo sanguíneo AB, como el de la Sábana Santa, y con signos de agonía y sufrimiento"

En este momento aparece Antonia Salzano, madre de Carlo Acutis, para dar su opinión sobre el tema: "Los milagros eucarísticos son signos que Jesús nos ha hecho para fortalecer nuestra fe con su presencia real en el pan y el vino consagrados. Jesús suspende las leyes de la naturaleza". Ella misma presenta el segundo milagro:

- Lanciano (Italia): "Existe todavía hoy carne y sangre. Un tejido del miocardio, con el endocardio y el nervio vago".

- El tercer milagro nos traslada hasta Buenos Aires (Argentina): Tras la investigación de una hostia sangrante, en los laboratorios se encontró "Tejido del corazón, músculo del miocardio ventrículo izquierdo. La muestra tenía glóbulos blancos, como si fuera un tejido recién extraído".

- De allí volvemos a Europa, concretamente a Sokolka (Polonia): En la Parroquia de San Jacinto el párroco Stanislaw Gniedziejko y Sor Julia Dubowska cuentan una historia similar a las anteriores.

- Por último viajamos a Tixtla (México). Allí el sacerdote Roerio Vargas comenta: "Al principio me mostré incrédulo. Al verla en 2012, a los 6 años, me sorprendí porque la vi más fresca, más viva. Esto no es natural. Esto viene de Dios"

Termina esta parte con una reflexión del párroco polaco acerca de los sacramentos: "Muchas personas al enterarse de lo sucedido, descubrieron el inmenso valor de la Eucaristía. Y como consecuencia de ello, se dirigieron al confesionario. Donde está la Eucaristía está también así la confesión. Quien tiene intención de participar en la mesa del Señor, desea sentirse puro, y por lo tanto, estar libre de pecado, para poder recibir a Jesús que es amor".

El tercer hilo conductor es la vida de Carlo Acutis, a través de testimonios de su madre, su padre, su prima, su amigo y su cuidador. También aparece el propio santo, en vídeos grabados por él mismo en los que podemos escuchar su voz. Un actor interpreta también al santo para recrear algunas de sus acciones. Este apartado es el que hubiera encajado a la perfección en el primer trabajo. Algunas frases que merecen la pena ser subrayadas son las siguientes:

Andrea Acutis (padre): "Para entender a Carlo hay que partir de un punto que concierne a todas las personas cercanas a Dios: el ejercicio de la libertad. Y los santos ejercen esta libertad y sobre todo anhelan algo que los hace felices, algo que nadie les podrá quitar. Carlo había hecho esta elección poniendo a Dios en este lugar. Había elegido su propia meta, que para él era el Cielo. (...) Una de las cualidades de Carlo es que no le daba importancia al origen social de las personas. Para él cada persona era especial"

Gianfranco Poma (Párroco). "La primera vez que lo vi lo hallé sentado frente al sagrario. (...) Era un joven cristiano que quería ser frescamente cristiano (...) Una mañana me dijo: Esta mañana me he emocionado al ver aquella imagen de la Virgen porque está debajo del atril donde proclamamos la Palabra durante la Liturgia. Me he detenido a descifrar el significado de la sonrisa de María (...) No es que Carlo naciera así. Su elección de Dios implicaba un ejercicio diario con la ayuda de Él y de los sacramentos, de la confesión, que lo llevaban a una coherencia cada vez mayor. Carlo, por lo tanto, había elegido su propia meta que para él era el Cielo"

Flavia María Zauli (prima): "Cuando estábamos juntos, bastaba solo con eso para ser felices. Siempre estaba sonriendo. Carlo nos llevaba a Misa a mi hermano y a mí. Era algo fundamental que deberíamos hacer todos los días. (...) Carlo era muy generoso (...) Era como todos los niños, solo que tenía una fe inmensa"

Federico Oldani (amigo): "Si él podía ayudarte, hacía lo imposible para conseguirlo"

Rajesh Mohur (cuidador): "Carlo era un ejemplo tan elevado de espiritualidad y santidad que he sentido dentro de mí el deseo de bautizarme y poder recibir así también la comunión. (...) Si tuviese que describir en pocas palabras lo que más me ha marcado de Carlo ha sido su profunda fe y generosidad. Nunca había visto un niño que participase todos los días en la Misa, que rezase el Santo Rosario también a diario y que hiciese adoración Eucarística siempre (...) Cada noche Carlo le dejaba parte de su cena a un mendigo y yo lo acompañaba"

Nicola Gori (postulador): "Hay una frase muy significativa de Carlo que dice: La Eucaristía es mi autopista hacía el Cielo. Porque el veía en este sacramento el modo más rápido y seguro para llegar al Cielo. Carlo estaba muy en contacto con las monjas de clausura"

Sor Elena, Sor Chiara, Sor María y Sor Anna: "La Eucaristía es un misterio que Carlo ha comprendido y vivido intensamente"

Antonia Salzano (Madre): Carlo siempre decía que Fátima es una catequesis de 360 grados, porque en Fátima la Virgen habla del Infierno, del Cielo, del Purgatorio, de la existencia de los ángeles, de la importancia del sacrificio, del Rezo del Rosario, de la Santísima Trinidad, de la Confesión de los Sacramentos, pero sobre todo de la Eucaristía"

Por último, se presenta una reflexión sobre la oración cristiana y los sacramentos. Las cuatro religiosas de clausura son las encargadas de ahondar en este tema con bellas reflexiones y analogías:

"Es en la oración, que necesita silencio y perseverancia, donde descubrimos nuestro ser como criaturas. En la oración tenemos oportunidad de penetrar en el espacio de Dios (...) La oración, como la definió muy bien el Papa Benedicto XVI, es la respiración del alma. Y así como la respiración está compuesta por dos tiempos, también lo está la oración. El primer tiempo es aquel en el cual respiramos el aire bueno de Dios, el aire cargado de vida, de la vida de Dios. El segundo tiempo de la oración es aquel en el cual devolvemos el aire de nuestro interior cargado de anhídrido carbónico"

En conjunto, el documental es una continuación necesaria de la primera parte, añadiendo temas cercanos a la vida de Carlo Acutis que se desarrollan con fluidez pero careciendo de un orden argumentativo. A mí en lo personal me ha servido para conocer mejor la vida del nuevo santo y algunos datos biográficos más, si bien no lo considero adecuado para un primer acercamiento a su figura, sino más bien como una profundización para quien ya conozca su figura y su mensaje.

lunes, 15 de septiembre de 2025

El cielo no puede esperar (España, 2022)

Aprovechando que la semana pasada la Iglesia Católica canonizó a Carlo Acutis, este fin de semana he visto este trabajo de José María Zavala, experto en documentales de temática religiosa del que en este Blog ya he comentado Renacidos: El Padre Pío cambió sus vida. Subvencionado a través de la técnica de crowfunding, presenta como curiosidad la colaboración musical del triunfito Luis Más, que interpreta al final el tema El Cielo no puede esperar.

El esquema es prácticamente el mismo que en el documental del Padre Pio. Como personaje principal aparece la madre de Carlo recordando algunas frases y anécdotas de su hijo al tiempo que se presenta el testimonio de 11 personas cuyas vidas han cambiado al conocer el mensaje de Carlo, aunque paradójicamente ninguno lo conociera en vida. 

Ese es precisamente el hilo conductor. Con el subtitulo El influencer de Dios, se da un repaso a la corta vida de Carlo Acutis, un joven británico-italiano que murió el 12 de octubre de 2006 tras una leucemia que acabó con su vida a los 15 años. Su afición a la informática, a los videojuegos, al saxofón... pero sobre todo, su profunda vida interior, quedan recogidos en los apenas 78 minutos que dura el documental. A través de 12 testimonios e imágenes recreadas de su vida conocemos mejor la vida de este joven beatificado en 2020 por el Papa Francisco y canonizado hace pocos días por León XIV.   

El documental comienza de forma impactante, con el propio Carlo en pantalla diciendo "Estoy destinado a morir". Posteriormente vemos como título de entrada la frase: "Carlo Acutis falleció tan solo dos meses después", al tiempo que vemos imágenes de su casa de Asís, su féretro o su cuerpo incorrupto.

Su madre es la gran protagonista del documental, apareciendo varias veces. Cuenta algunas historias de su hijo, si bien casi en todas las ocasiones aparece recitando frases literales de su hijo. Algunas de estas frases que me han impactado y que creo que merecen una reflexión espiritual son las siguientes:

"La muerte de Carlo formaba parte de un diseño posterior"

"No vivía proyectado hacía el futuro para huir del presente, ni tampoco se proyectaba sobre el pasado, sino que vivía el instante presente, cristianamente hablando"

"Ofrezco mi sufrimientos por el Papa y la Iglesia para no ir al purgatorio, sino directamente al Paraíso. Su vida ha sido como la de un corderito, ha ofrecido su vida por la salvación del mundo"

"Siempre ha sido más maduro que otros niños de su edad"

"Estaba muy impresionado por los novísimos: Infierno, Cielo y Purgatorio"

"Es un pecado no ir directamente al Cielo, porque cada minuto que pasa, es un minuto menos que tenemos para santificarnos. La vida es un don muy valioso de Dios porque nos da la posibilidad real de crecer en este amor a Él y al prójimo"

"Cuando comulgamos ya no somos la misma persona. Es como cuando vamos a una fuente. El agua que podemos coger depende de la capacidad del recipiente"

"A través de la Eucaristía adoptamos la condición de intercesores"

"Él se había organizado y convertido en una pequeña Cáritas. Llevaba sacos de dormir, mantas... Yo le había dado permiso para hacer todo eso con sus ahorros".

De manera intercalada tenemos además once testimonios de personas que afirman que su vida cambió de una u otra manera gracias al beato. Cada uno deja una "píldora" espiritual que también me gustaría destacar:

Flavio Bergamo: "Me impresionó mucho que debajo de la foto de este chico estuviera escrito: La Eucaristía es mi autopista hacía el Cielo"

Fray Walter: "Muchos aseguran que él se paraba a hablar con los vagabundos y les decía: Todos somos hijos de Dios. Vivió su vida dedicado a Dios y al prójimo"

Guadalupe García Corigliano: "Algo que me impacta de Carlo es la simpleza con la que él resume la vida y la fe, como esto de la autopista hacia el Cielo, la vía rápida. El kit de la santidad: La Misa, el Rosario, la Caridad, las cosas simples"

Isaac Merenciano Lucas: "Carlos es Beato porque estaba enamorado. Vivía enamorado. Nadie es beato por las cosas que escribe o las cosas que dice... Tenía sus defectos... Un tío normal. El Rosario es la escalera más corta para llegar al Cielo"

Olga Domínguez: "El mensaje de Carlo es urgente. Carlo me ha ayudado a rezar el Rosario. Lo sobrenatural inunda nuestra vida. Cuando tu incorporas lo sobrenatural a la vida tu vida cambia por completo"

Walter Gómez: "Conocer a Carlo me liberó de mis adicciones"

Gianluca Amato y María Vetro: "Una de sus frases importantes: No yo, sino Dios"  

Juan Ignacio Rodríguez Serrano: "Rezamos a diario a Carlo Acutis y obviamente notamos que hubo mediación"

Soledad Serrano (madre de Juan Ignacio): "No hay linfoma. No existe un linfoma en Nacho. Yo no paraba de darle gracias a mi compañero de viaje, Carlo Acutis.

José Luis Martínez Vendrell: "Estuve 23 días en coma. Yo era creyente, pero con prejuicios. Tiraba de las pasiones. En este punto me derrumbé. Carlo Acutis es un auténtico master de cristianismo. Es un ángel para los jóvenes, pero también para los mayores"

El documental termina con unos títulos de salida sobreimpresionados en pantalla a modo de conclusión. Se trata de unas palabras del santo: "Dios ha escrito una historia única e irrepetible para cada uno de nosotros. Pero nos ha dado la libertad de escribir el final".

La parte positiva del documental es que ayuda a conocer mejor la figura de Carlo Acutis, especialmente en las palabras de su madre. También hace consciente al espectador de la repercusión mediática de la figura de un joven cuya historia ha trascendido continentes, lenguas y ha impactado por igual a jóvenes y adultos. No obstante, el documental adolece -a mi parecer- de elementos de enganche con la vida del ya hoy santo. No aparece ningún familiar -a excepción de su madre-, ningún sacerdote, catequista, compañero de colegio, amigo, mendigo... que tuvieran contacto directo con Carlo en vida. Extraño porque sus testimonios hubieran sido igualmente impactantes -o quizás más- de aquellos a quienes cambió la vida una vez fallecido. Se insiste en la idea de que fue un joven "normal" y un santo "de andar por casa" (o "de la puerta de al lado"  en palabras del Papa Francisco) pero nadie que lo conociera en vida lo corrobora. Hay otro documental, El latido del Cielo que es la segunda parte de este y quizás subsane esas carencias. Estoy deseando verlo para corroborarlo. De no ser así, el documental deja un sabor agridulce, porque no completa la visión histórica del personaje, si bien proyecta de manera adecuada su dimensión sobrenatural.

lunes, 8 de septiembre de 2025

La monja (The Nun, EE.UU., 2018)

Aprovechando que acaban de estrenar la última de la saga Expediente Warren me he animado a ver La monja, que es considerada un spin off precuela de Expediente Warren: El caso Enfield. Precisamente su eslogan publicitario fue "Sé testigo del capítulo más oscuro en el Universo Expediente Warren". El film fue un rotundo éxito en taquilla, con 366 millones de dólares recaudados sobre un presupuesto de 22. No se puede decir lo mismo de la crítica especializada, que en general la acogió con bastante recelo tanto artística como argumentalmente. De hecho, el único premio que recibió poco tiene que ver con la película en sí, ya que únicamente fue galardonada con el Mejor Poster de Terror en los Golden Trailer Awards.

A nivel técnico la secuela evoluciona. El director de las primeras entregas, James Wan, se convirtió en productor del film. Para sustituirlo el seleccionado fue Corin Hardy, en el que supuso su segundo largometraje. Las estrellas de la saga Patrick Wilson y Vera Farmiga aparecen solo durante un par de escenas, cediendo el protagonismo a Demián Bichir, Taissa Farmiga (hermana de Vera) y Jonas Bloquet. La música (para mí muy acertada) corrió a cargo del polaco Abel Korzeniowski y la fotografía (lo mejor del film, los paisajes y la atmósfera de Transilvania son espectaculares, las localizaciones preciosas) pertenecen al belga Maxim Alexandre. A nivel argumental también se produce un cambio, pues la saga abandona la realidad para entrar de lleno en la ficción. El título de inicio "Los siguientes hechos ocurrieron en 1.952" sustituye a los anteriores "Basado en hechos reales". Espiritualmente el film se resiente de especialmente de esto último, como veremos en el comentario posterior. 

Vamos antes con el argumento. Año 1952. El suicidio de una monja en un convento de Rumanía hace que el Vaticano envíe a un sacerdote y una novicia para investigar lo ocurrido. Al llegar allí son ayudados por un francocanadiense a ponerse en contacto con la abadesa y el resto de las hermanas. Pero en el interior de la abadía comienzan a producirse situaciones paranormales, visiones y ataques que ponen en riesgo sus vidas y sus almas. 

Continuemos con el análisis del apartado espiritual al hilo de este argumento y su desarrollo. Como en otras ocasiones, la introducción se hace en un breve diálogo, en el que un cardenal del Vaticano expone la situación. A pesar de no ser películas excesivamente en contra de la institución, la imagen que se transmite de la Santa Sede es oscura y enigmática:

Cardenal: "Nos han informado que una monja se ha quitado la vida en una abadía en las montañas de Rumanía"
Padre Burke: "El suicidio es un pecado terrible, excelencia, pero dudo que ese sea el motivo de nuestra reunión"
Cardenal: "La noticia no nos ayudará en nuestro cometido de que fe e Iglesia sean reforzadas. Por raro que pueda parecerle, esta vez no somos nosotros los que ocultamos algo"

Para corregir esta visión tan pesimista, poco después el Padre Burke ensalza a la Curia en un diálogo con la novicia:

"El Vaticano no toma ninguna decisión a la ligera. Sus motivos habrán tenido para elegirla"

A partir de aquí, la temática y su desarrollo encajan perfectamente en el Universo Warren, pero el desvío hacia lo fantástico es más que evidente. Desde la tercera entrega el apartado espiritual va decayendo en detrimento de la acción. Lo religioso ahora solo es la fachada, lo estético, el contexto en el que se desarrolla la acción, pero la profundidad teológica de las primeras entregas se ha perdido casi en su totalidad. Mantiene algo de su esencia, pero sólo de manera visual, ya que se antepone lo terrorífico y el suspense -y casi la aventura- a la reflexión demonológica. Se quiere proponer una continuidad con la entidad maligna de la saga (Valak) pero no se aporta gran cosa sobre su origen o su manera de fortalecerse. Hay elementos nuevos que aparecen como el pentagrama o el uróboro que hubieran requerido una explicación más sosegada como símbolos satánicos. El film utiliza el miedo que provoca una abadía, sus pasadizos, torres góticas, subterráneos, terrenos abruptos... para crear un clima terrorífico que varía entre lo sagrado y lo profano. Los hábitos de las monjas antiguas -símbolo de disciplina excesiva, de autoridad moral y castigos ejemplares en el imaginario colectivo- ayudan a crear esa atmósfera de terror. Del mismo modo la imagen de una monja poseída es un elemento que provoca angustia en el espectador, que se plantea que si lo sagrado ha sido profanado, si alguien tan religioso ha sido derrotado, cualquiera puede serlo. Los crujidos, portazos, animales infectos, la sangre, el viento y las apariciones espectrales hacen el resto. Visualmente es eficaz, pero todo ello se aparta, insisto, de la realidad maligna que según la doctrina católica puede ser derrotada con penitencia, oración y exorcismos. Solo algunas frases sueltas escapan de esta dinámica:

Hermana Oana: “Pase lo que pase, vea lo que vea y oiga lo que oiga, no pare de rezar.”

Otro tema que no termina de convencerme -en esta misma línea- es la introducción de un personaje que aporta algunas dosis de humor a la trama. Maurice, "el franchute", sería entrañable en una saga como la de Indiana Jones, pero aquí parece completamente fuera de contexto. Es cierto que su presencia sirve para aliviar tensión en el espectador, pero lo hace a costa de restar la poca credibilidad que le queda a la trama. Algunas de sus "desafortunadas" intervenciones son:

"¿Qué es lo opuesto a un milagro, Padre?"

Padre Burke: "La sangre de Cristo".
Franchute: "Joder"
Padre Burke: "Lo más sagrado. Solo una auténtica esposa de Cristo puede portar lo más sagrado"

Más sorprendente aún es que en un momento de la película se presente como el más espiritual de los tres protagonistas:

Franchute: "Esperen. ¿No deberíamos rezar antes?"
Padre Burke: “Hay un momento para la oración y otro para la acción, hijo. Ahora es el momento de actuar”
Franchute: "Pues a mí me parece que también es momento de rezar, Padre"

Curiosamente, al final del film vemos que Maurice es el mismo que es objeto de un exorcismo por parte del matrimonio Warren en la primera entrega, con lo que se establece otro punto de conexión.

Vamos con los fallos teológicos e históricos, que alguno que otro hay. En primer lugar la película parece obviar que en 1952 Rumanía estaba sometida al régimen comunista, por lo que era altamente improbable que una delegación vaticana pudiera realizar allí ninguna investigación campando a sus anchas y sin una estrecha vigilancia. Tampoco es verosímil el enterramiento de la monja suicida en camposanto, algo que no permitió la Iglesia Católica hasta la entrada en vigor del Código de Derecho Canónico de 1983. Resulta igualmente extraño que habiendo un sacerdote las preces finales las realice una monja, si bien sus palabras son hermosas:

"Humildemente, Señor, ponemos en tus manos a tus siervas, las monjas de Santa Carta. Te han servido en esta vida con fuerza y fe. Líbralas ahora de todo mal y déjalas vivir por siempre a tu lado en perfecta gracia. Amén".

Sí considero un acierto que prácticamente todas las oraciones que aparecen en el film (Padrenuestros, Avemarías y exorcismos) sean recitadas en latín, la lengua usual de los rezos en aquella época. Pero considero extraña la inscripción a la salida de la abadía Finit hic Deo (Dios termina aquí) ya que aún siendo creíble creo que su opuesto hubiera sido más normal (por ejemplo, un "Dios comienza aquí" a la entrada del monasterio).

Vamos con el final. La novicia -recién consagrada monja- derrota al ente demoníaco escupiendo la sangre de Cristo contenida en el relicario sobre la cara de la monja poseída. Como concepción espiritual -más allá de su fantasía- no hay ningún reproche, pero sí sobre su originalidad, ya que es el mismo sistema empleado en la película de 1995 Historias de la cripta: Caballero del diablo, en el que el personaje femenino usa el mismo proceder. Una muestra más de que en este género ya está todo -o casi- inventado, además de una nueva constatación de que la saga se aleja de la ortodoxia de los exorcismos eclesiales para adentrarse en soluciones visiblemente más impactantes.

El segundo final -y definitivo- es una imagen del matrimonio Warren en una charla sobre posesiones. Aquí escuchamos de lo poco que puede atribuirse a una vuelta al contenido denso del mundo de los exorcismos del que la saga se ha apartado:

Ed Warren: "Lo que nos lleva a las tres fases de la actividad demoníaca: infestación, opresión y posesión"

En conclusión, interesante para amantes de la saga y del género del terror, pero superflua en cuanto a su contenido teológico-espiritual. Suele ocurrir cuando se estira demasiado un chicle que no da tanto de sí. Las ideas se agotan, los temas se repiten y hay que recurrir a lo inverosímil para mantener la atención del público.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Todas las personas son iguales: Carta a Filemón

La Carta a Filemón es una carta de San Pablo a un hombre rico de Colosas, en el que de manera muy breve (un solo capítulo, 25 versículos) se aborda el tema de la esclavitud, un tema aceptado en el mundo grecorromano pero opuesto al mensaje cristiano.

La carta es entregada en mano a Filemón por Onésimo, uno de sus esclavos que ha pasado un tiempo con Pablo de Tarso. En la corta misiva Pablo apela a la igualdad de todos los hombres y, en concreto, a la libertad que merece Onésimo, fruto de la fe común en el Evangelio. De esta forma apela a la bondad de Filemón pidiéndole que trate a su esclavo como a un hermano. Esa intercesión, precisamente, compone los versículos que he escogido como más relevantes de esta Carta:

Carta a Filemón, 1, 15-16 

Tal vez, él se apartó de ti por breve tiempo, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor.