Esta semana tenemos una doble celebración. El sábado es el día de Todos los Santos, y el domingo la Iglesia conmemora a los Fieles Difuntos. El sábado nos alegramos de aquellos que la Iglesia ha declarado santos, hombres y mujeres que en vida fueron fieles al Evangelio y que ya gozan de la presencia de Dios, por lo que les pedimos que intercedan por nosotros. Y el domingo pedimos por aquellos que han fallecido y no sabemos a ciencia cierta cuál ha sido su suerte. Pedimos al Señor que tenga misericordia de ellos y recordamos especialmente a nuestros familiares y seres queridos que ya no están entre nosotros.
Para "ambientar" esta doble celebración os propongo un cuento que, como todos los buenos cuentos, tiene un mensaje profundo y puede hacernos pensar en estos temas:
Un hombre estaba un día haciendo oración cuando se le ocurrió hacerle una petición atrevida a Dios: Que le concediera la gracia de ver el Cielo y el Infierno. El Señor decidió regalarle ese privilegio y llevó al hombre hacia dos puertas.
Al abrir una de las puertas, el hombre miró dentro y vio que en medio del cuarto había una mesa redonda. Encima de la mesa había una gran olla de comida que olía tan deliciosa que al hombre se le hizo la boca agua. Las personas sentadas alrededor de la mesa estaban muy delgadas, hambrientas, y de muy mal humor. Cada uno tenía atado a su brazo una cuchara con un mango muy, muy largo. Todos eran capaces de meter la cuchara en el guiso y llenarla, pero ya que el mango era más largo que sus brazos, ninguno podía meter la cuchara dentro de su boca.
Luego fueron y abrieron la siguiente puerta. Era exactamente igual que el primer cuarto. Había otra mesa redonda con la misma gran olla de comida que volvió a hacer sentir apetito al hombre. La gente estaba equipada con las mismas cucharas de mangos largos, pero aquí la gente estaba bien alimentada y llena de salud, riéndose y hablando.
El hombre dijo: Señor… ¡……No lo entiendo........!
"Es simple…." dijo el Señor: ".....La situación aquí es un reflejo de la vida en la tierra. Los que están en el cielo usan sus cucharas para darse de comer los unos a los otros, mientras que los castigados en el infierno únicamente piensan en ellos mismos".
Bonito cuento que ilustra mucho estos dos días fuertes que vamos a celebrar los católicos padre. Me hubiese gustado tambien que escribiese de su experiencia como hablar a las personas de la experiencia en la resurrección. Porque vivimos de la esperanza, la esperanza de una patria celeste, donde ya no habrá, ni llanto, ni luto ni dolor...
ResponderEliminarAntonio Luis: La verdad, que me ha gustado. Exlica muy bien la situación en aquel maldito lugar. Un saludo Jaime, este fin de semana nos vemos por San Pedro.
ResponderEliminarPrecioso. Gracias.
ResponderEliminar¡Hola Padre Jaime!
ResponderEliminarCon todo cariño, te invito a escuchar Tu Agenda Musical.
Una canción que acompaña tus actividades diarias, Además, junto a un poema, plegaria, un santo, o una reflexión que puedes ir leyendo mientras disfrutas el tema musical.
Recuérdalo.... solamente con UNA CANCION para tu cada día.
Lo puedes escuchar en:
http://tuagendamusical.podomatic.com/
Ah, también puedes escuchar otro podcast diferente en http://levantateysalacaminar.podomatic.com/
Y en: http://www.paxtv.org/podcast/index.htm
¡Que tengas un lindo día hecho canción!
Jesús te ama.
Luisa
Lima-Peru