En muchos pueblos de mi querida tierra andaluza y española se
mantiene una antigua tradición consistente en adornar cruces con las bonitas
flores que durante este mes florecen por doquier. Es curioso como la sabiduría
popular expresa casi inconscientemente el Misterio más profundo de la Teología
cristiana: Son un símbolo de que las flores (la vida) triunfan sobre la cruz
(la muerte). Pero ambas son necesarias. No puede haber flores sin cruces ni
cruces sin flores.
En estos cincuenta días posteriores a la Semana Santa -la
Pascua- la Iglesia celebra la resurrección de Jesucristo. Su victoria sobre la
muerte y la esperanza de que un día también compartiremos esa Vida Eterna deben
llenar nuestros corazones. La “Guerra” final, por lo tanto, está ya ganada.
Pero mientras caminamos por este mundo, la “Hermana Muerte”
(como la llamaba San Francisco de Asís) sigue ganando batallas. Esta Pascua
está siendo muy difícil familiarmente hablando. En un mes he perdido a dos de
mis seres más queridos. Mi abuela y mi tía, quienes compartían además nombre:
Leonor.
Primero fue mi abuela, quien tras 95 años de vida nos dejó
con una herencia cristiana y humana incalculable. Podría contar mil anécdotas
de ella, cientos de historias que permanecerán en la memoria colectiva de esa
gran familia que ella consiguió sacar adelante a pesar de enviudar tan joven.
Sus hijos, nietos y bisnietos la recordaremos como era: alegre, humilde,
servicial y como dijo mi hermano en la homilía exequial, sin decir nunca nada
malo de nadie. Ni una crítica, ni un reproche, ni una mala palabra. Nada.
Nunca. Una mujer vital, llena de vida, en las que el último mes postrada en una
cama e inconsciente sólo serán como un mal sueño que no puede borrar los
infinitos buenos momentos y conversaciones que con todos nosotros compartió. La
edad hizo que su vida se apagara como una vela y que su corazón -tan enorme que
seguía luchando incansable hasta el final- dijo basta.
Esta semana mi tía y a la vez mi madrina, también nos ha dejado.
Lo ha hecho después de una vida nada fácil, llena también de esfuerzo, de
superación personal y de entrega por los demás. Independiente como ella sola,
vital hasta más no poder. Nunca dejaba que los sufrimientos de esta vida -y
tuvo muchos- la hundieran. Vivió, disfruto la vida y apuró sus días hasta el extremo. Un canto a la vida que sólo sucumbió cuando el
maldito cáncer ganó su particular batalla. Mis recuerdos de niñez estarán
siempre asociados a ella, a su casa de El Bosque, a sus regalitos de Reyes, a
sus bromas con mi padre, a sus bromas conmigo y con "los salaítos" y ahora, en tiempos recientes, a ser un ejemplo de
cómo afrontar la enfermedad y cómo plantarle cara a la vida, y a la enfermedad. Ni sus largas sesiones de quimio conseguían tumbarla o hacerle perder su sonrisa. Del mismo modo que con mi abuela, su
último mes de postración en la cama del Hospital será sólo un espejismo que
pronto olvidaré para recordar a mi verdadera tía Leo, Leíto la de las bromas,
la de los chistes, la de la interminable sonrisa como interminables eran sus cigarros.
Dos batallas perdidas, pero la guerra está ganada. Ambas
estarán ya disfrutando de la Gloria de Dios, junto a mi padre, a su hijo y
hermano Pedro y a todos sus seres queridos que ya nos dejaron. Somos nosotros,
los que nos quedamos aquí, los que nos miramos desconcertados y descorazonados
porque se van yendo las referencias de nuestra existencia. Bendita la fe que
nos hace estos momentos tan dolorosos más llevaderos. Sin ella, la vida no
tendría sentido. Que descansen en paz y que nos volvamos a ver en la Casa del
Padre.
Fantástico post. La abuela y la tía Leo estarán ya en la Chiclana del cielo: Leo ha tardado un mesecito para irse con ella, porque la abuela se encontró aquello manga por hombro, porque entre mi padre, el tio Pedro, el tio Alvaro y la tia Pilar, aquello estaba hecho un desastre.... Ya huele allí a croquetas y trufas, y Leo ha podido ir a casa como Dios manda.
ResponderEliminarGenial Jaime, un post que mejor no puede definir a estas dos figuras que se acaban de marchar a, como bien dice tu hermano, a la Chiclana del cielo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bonito, Jaime
ResponderEliminarJaime me he emocionado. Voy a echar de menos cuando me iba de viaje y tu abuela me decía: traeme un regalito, y por supuesto en mi mente siempre iba traerle algo a Leonor; gran señora, gran amiga, cariñosa como ella sóla. No he conocido a nadie igual. Que El Señor las tenga a su lado, a Doña Leonor y a Leo. Que rueguen por nosotros. Ellas están disfrutando de la Eternidad en la Casa del Padre.
ResponderEliminarNo tengo palabras. Es imposible decir algo más, con tanto sentimiento, tan profundo y tan lleno de amor. Estoy super orgulloso de tener a los hermanos Salado entre mi amigos... Yo que creo ser un tipo duro, me han emocionado tus palabras...
ResponderEliminarY como decía Francisco de Asis: "Dichoso quien no tiene más gozo y alegría que las palabras y obras del Señor"
GENIAL PRIMO, BESOS
ResponderEliminarMira que hace años de lo poco que pude tratar a tu abuela, pero siempre la he recordado con mucho cariño.
ResponderEliminarComo bien dices, bendita nuestra fe que nos hace saber que esto no ha hecho más que empezar.
Un abrazo.
Sin palabras primo.... precioso y tan perfecto que no cambiaria ni una coma! Un besote enorme!!
ResponderEliminarSiento mucho lo de tu abuela y tu tía. Mucho ánimo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQue bonito, preciosas palabras. Besos.
ResponderEliminarMagnifico articulo hermano
ResponderEliminarlo mas bonito que he leido en mi vida !! animo amigo !!
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios y ánimos
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog, gracias por invitarme a conocerlo y gracias por tu visita al mío... unidos en la oración!
ResponderEliminarSoy compañera de la Compañía de María : No hace ni un año estuvimos reunidas en una comida y por suerte ( entre tantas que éramos) hablamos bastante . Me quedo con su sorisa y su alegría. Allá , donde no hay dolor ..estará disfrutando de Dios.
ResponderEliminarMuy bonito tu artículo.
Un codial saludo
Mª Fernanda Ivison