Muchas veces sufrimos largos cortes publicitarios mientras estamos viendo un programa o una película que nos interesa, lo cual nos suele poner malhumorados o al menos contrariados por tener que esperar para proseguir con lo que realmente nos gusta.
A pesar de estas inconveniencias, hemos de reconocer que la publicidad se está convirtiendo en un arte que encierra una dificultad cada vez mayor. En apenas unos segundos, el publicista debe captar nuestra atención -normalmente saturada de información- a toda costa. Ello hace que los anuncios comerciales cada vez sean más ingeniosos y creativos, atrapando al espectador en historias breves pero profundas.
En los últimos años, tampoco la Navidad se escapa de esta estrategia comercial. Y hay que reconocer que hay algunos anuncios muy buenos, rozando la excelencia, que tocan la fibra sensible y que además de intentar vender un producto transmiten valores, lo cual es de agradecer.
Os voy a compartir hoy algunos de ellos, los que a mi parecer presentan un contenido que merece la pena ser meditado.
En primer lugar, los dos vídeos de la Lotería Española, en los cuales sus dos protagonistas, Manuel (2014) y Justino (2015) perciben el cariño y la solidaridad de sus amigos/compañeros de trabajo. Me parecen geniales ambos. Quizás los que no vivís en España no hayáis tenido oportunidad de verlos, por lo que merece la pena compartirlo con vosotros. Además, normalmente en televisión y por motivos económicos solo vemos las historias en sus versiones cortas, pero en los enlaces que os comparto a continuación tenéis los vídeos completos.
El siguiente anuncio que conmueve al mismo tiempo que nos hace entonar el mea culpa como sociedad es "La otra carta" de Ikea. ¿Qué le pedirían los hijos a los padres por Navidad...? No se trata de nada material, lo cual ya es noticia, y no os adelanto más, os dejo que lo veáis vosotros mismos:
El año pasado impactó mucho este anuncio de una marca de chocolates, Sainsbury, basada en la tregua real del día de Navidad de 1914, en plena Primera Guerra Mundial. Aprovechando un acontecimiento histórico y real se monta una escena que no tiene desperdicio humano.
El último es de Cineplex, una distribuidora de cine de Canadá. Este año ha creado la historia de Lily, una niña que entabla amistad con un muñeco de nieve y decide conservarlo para siempre en un congelador, pero claro, Lily se hace mayor y se va olvidando de él, hasta que un día.... bueno mejor lo descubrís vosotros.
En fin, espero que los hayáis disfrutado todos.... ah y
¡Feliz Navidad!
Te deseo FELIZ NAVIDAD, llena de misterio y reflexion junto al Niño Jesus en su pesebre! Mis saludos navideños tambien a tu esposa. Que el Nuevo Año os traiga toda la Felicidad que nos ofrece nuestro Dios.
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