La Iglesia vuelve a recordar a un grupo numeroso de santos, de entre los que escojo hoy a Teodosio el Cenobita (423-529), otro santo dedicado a la contemplación y que superó los 100 años de vida. Copio una parte de su biografía en las que se alaban algunas de sus virtudes:
...Subió a la columna por orden de san Simeón y echóse a sus pies; oyó sus consejos y todo lo que en adelante le había de suceder; y tomada su bendición, siguió su camino hacia Jerusalén, donde él adoró y regó con sus lágrimas aquellos sagrados lugares que Cristo nuestro Señor consagró con su vida y su muerte. Retiróse después a la soledad, y vino a tener tantos discípulos, que labró un gran monasterio, en el cual acogía a los pobres. Aconteció aparejarse en un mismo día cien mesas para darles de comer, y en tiempo de hambre, como los que tenían a cargo de darles de comer les cerrasen las puertas, san Teodosio mandó abrírselas y darles a todos lo necesario, y el Señor les proveía con tan larga mano, que después quedaban las arcas llenas de pan. Era también su monasterio, hospital de enfermos, a quienes servía y besaba las llagas con grande amor....
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