Celebramos hoy a San Gabriel de la Dolorosa (1838-1862), un santo italiano con una vida muy corta (apenas 25 años) que murió de tuberculosis poco antes de terminar sus estudios para ser sacerdote pasionista. Copio para la meditación una frase que dejó escrita en sus reflexiones espirituales:
"Lo que más me ayuda a vivir con el alma en paz es pensar en la presencia de Dios, el recordar que los ojos de Dios siempre me están mirando y sus oídos me están oyendo a toda hora y que el Señor pagará todo lo que se hace por él, aunque sea regalar a otro un vaso de agua"
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