Celebramos hoy a Santa Luisa de Marillac (1591-1660), santa francesa fundadora de las Hermanas Vicentinas o Hijas de la Caridad junto a San Vicente de Paúl y declarada patrona de la asistencia social. Casada joven, enviudó pronto tras atender con esmero y dedicación cristiana a su marido en su enfermedad, tras lo que se hizo propósito de fundar centros asistenciales para enfermos junto a Monsieur Vincent. De ella siempre decía el santo: "Su salud es poca, sus tribulaciones son muchas y su actividad es infatigable. Pero sólo Dios sabe la fuerza de ánimo y de voluntad que esta mujer tiene". Copio para la meditación una parte de la regla que entre los dos establecieron para las Hijas de la Caridad:
"Por monasterio tendrán las casas de los enfermos. Por habitación una pieza arrendada. Por claustro tendrán las calles donde hay pobres que socorrer. Su límite de acción será la obediencia. Puerta y muro de defensa será el temor de ofender a Dios. El velo protector será la modestia o castidad".
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