lunes, 21 de febrero de 2022

El camarada don Camilo (Il compagno Don Camillo. Italia, 1965)

Cuatro años más tarde de la cuarta película de la saga "Don Camilo" se rodó esta quinta entrega. Tras la muerte del director de las dos últimas (Carmine Gallone)  la dirección corrió a cargo del también italiano Luigi Comencini, quien ya contaba a esas alturas con una dilatada carrera tras las cámaras, al tiempo que sentía cierta inclinación por el cine religioso. De hecho, en años posteriores sería el encargado de dirigir Looking for Jesus (1982) o Marcelino, pan y vino (1991).

El Camarada don Camilo sigue contando con el dúo Fernandel - Cervi, aunque poco después sería el francés el que pasaría a mejor vida (+1971) dejando inconclusa la sexta y última entrega, Don Camilo y los jóvenes de hoy. Su argumento es un compendio de ocho relatos breves de la colección literaria de Giovannino Guareschi "Don Camilo". Como curiosidad parte de la B.S.O. incluye una canción del polifacético Domenico Modugno

La trama en esta ocasión parte de un hermanamiento entre Brescello y una ciudad rusa, por lo que las "fuerzas vivas" del pueblo se tienen que trasladar a esa localidad, incluyendo a Don Camilo que tendrá que ocultar su identidad debido a su condición de sacerdote. Allí viven momentos de agitación política con la deposición de Nikita Khrushchev en favor de Alexey Kosygin y tendrán encuentros con prófugos de la URSS, con una bella cicerone enseñándoles el país y muchas más aventuras...

Como en las anteriores críticas os dejo las que para mi gusto son los mejores diálogos entre Don Camilo y Peppone, incluyendo en esta ocasión también la introducción con la voz en off del narrador:

"Érase una vez un pequeño pueblo llamado Brescello. Os contamos esta historia que es siempre la misma y siempre diferente, porque siempre diferentes -pero siempre iguales- son el párroco don Camilo y el alcalde Peppone, los orgullosos líderes de las dos facciones opuestas. Brescello visto desde la derecha es el pueblo de Don Camilo, visto desde la izquierda es el pueblo de Peppone, visto desde arriba es un país donde los opositores luchan duro, pero sin convertirse en enemigos, y donde la voz de la conciencia siempre tiene la última palabra..."

Peppone (tras ayudar a los prófugos a huir): "...Y sobre todo, no os atreváis a contarme otras malditas calumnias sobre vuestra Rusia, ¡quiero seguir creyendo en la mía!".

Don Camilo (Al llegar a Rusia): "Camarada, ¿no te inclinas a besar la tierra sagrada?" 
Peppone: "¡Te meteré un puñado en esa maldita boca!"

Peppone: "¡Libertad de culto!"
Don Camilo: "Entonces desde aquí... ¿Quién quiera ir a misa debe caminar dieciocho kilómetros..?"
Peppone: "Libertad de culto con obligación de hacer deporte".

También esta entrega contiene algunos diálogos entre Don Camilo y Jesús crucificado, en esta ocasión he seleccionado dos que me parecen geniales, especialmente el primero creo que no tiene desperdicio espiritualmente hablando...

Jesús: "El campo está lleno de trigo, del trigo se hace el pan y yo soy el Pan. Cuando entran a coger el trigo, están obligados a pensar en mí incluso aquellos que no lo hacen nunca, y me hablan hasta cuando guardan silencio, porque esta es la Iglesia del silencio".

Don Camilo: "¡Señor! ¿Habéis visto a Peppone, sin bigote, que cara de sacerdote tiene? Es cierto que el vestido no hace al monje... Pero ¿Quién sabe?".
Jesús: "Quién sabe...".

Finalmente, como anécdota se puede comentar que en la V.O. italiana hay un diálogo-broma en el que Don Camilo expresa la posibilidad de que Franco envíe un camión de castañuelas a Brescello. Tras pasar por la censura española, el nombre del dictador fue cambiado por el presidente de los Estados Unidos y las castañuelas por un camión lleno de Coca Cola y palomitas de maíz.

Las cosas de la censura...

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