lunes, 1 de septiembre de 2025

Todas las personas son iguales: Carta a Filemón

La Carta a Filemón es una carta de San Pablo a un hombre rico de Colosas, en el que de manera muy breve (un solo capítulo, 25 versículos) se aborda el tema de la esclavitud, un tema aceptado en el mundo grecorromano pero opuesto al mensaje cristiano.

La carta es entregada en mano a Filemón por Onésimo, uno de sus esclavos que ha pasado un tiempo con Pablo de Tarso. En la corta misiva Pablo apela a la igualdad de todos los hombres y, en concreto, a la libertad que merece Onésimo, fruto de la fe común en el Evangelio. De esta forma apela a la bondad de Filemón pidiéndole que trate a su esclavo como a un hermano. Esa intercesión, precisamente, compone los versículos que he escogido como más relevantes de esta Carta:

Carta a Filemón, 1, 15-16 

Tal vez, él se apartó de ti por breve tiempo, a fin de que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido. Si es tan querido para mí, cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor.

jueves, 28 de agosto de 2025

Dios vendrá: Malaquías

En un tiempo de desánimo y escepticismo, esta colección de oráculos proféticos escrita por Malaquías (literalmente, el mensajero) pretende salvaguardar la concepción de un Dios amoroso, providente y que retribuye de manera justa. Quizás por este tinte profético es sobre todo usado litúrgicamente en el tiempo de Adviento

No hay que confundir a este autor sagrado con San Malaquías, o Malaquías de Armagh, el profeta irlandés del siglo XI a quien se le atribuyen las obras Profecía sobre los papas y Profecía sobre Irlanda.

La extensión del libro bíblico es bastante corta, con tan solo tres capítulos. De entre todos ellos, selecciono estos dos versículos del último capítulo que hablan del triunfo definitivo de la justicia divina. Precisamente para combatir las dudas y el pesimismo reinante en el pueblo elegido, el profeta quiere garantizar la justicia de Dios en el futuro, como ejemplo de la sabiduría real:

Malaquías 3, 17-18

Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve. Vosotros veréis de nuevo la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve.