lunes, 7 de noviembre de 2022

Exorcismo en el Vaticano (The Vatican Tapes, EE.UU., 2015)

Una vez vista esta película, lo primero que llama poderosamente la atención de ella es que el título con el que fue comercializada en España y Latinoamérica es bastante engañoso. "Exorcismo en el Vaticano" no contiene ningún exorcismo en los territorios de la Santa Sede, por lo que parece mucho más fiel a la verdad su título sajón "The Vatican Tapes", algo así como "Las cintas del Vaticano".

La explicación la podemos encontrar en su mensaje promocional, de nuevo bastante tendencioso y que lleva a equívocos. En los Estados Unidos tuvo un slogan más comedido ("For 2,000 years the Vatican has recorded evidence of evil - Durante 2.000 años, el Vaticano ha registrado la evidencia del mal"), mientras que en la versión hispana, de nuevo, se cambió por "Durante 2.000 años, el Vaticano ha escondido evidencias de la existencia del mal". Ni que decir tiene que la intención del marketing fue la de captar descaradamente a todos los detractores del Vaticano, aquellos que ansían ver conspiraciones y ocultación de la verdad por parte de la institución eclesiástica, que en España y Latinoamérica abundan y mucho. Es preciso añadir que en ambos eslóganes se añade la coletilla: "Que Dios se apiade de nosotros" para intentar añadir algo más de tensión al título.

Aparte de ello, quizás también se intentó aprovechar el tirón de Exorcismo en Connecticut y Exorcismo en Georgia, dos películas sobre exorcismos que sí forman una especie de saga y que fueron ambas muy prolíficas en taquilla. Buscar una cercanía con esos títulos no parece tampoco casual, por lo que pudo ser también un factor a tener en cuenta a la hora de "bautizar" en español a la criatura. 

Hecha esta necesaria presentación, vamos con el análisis de una película que con un presupuesto de 8 millones de dólares recaudó 13, por lo que como negocio no le fue nada mal a la productora. A pesar de funcionar bien en el box office, es justo mencionar que la mayoría de las críticas especializadas no fueron benévolas con ella, argumentando la mayoría de ellas que como película no aporta grandes novedades, resultando ser una amalgama de todo lo visto en este género hasta la fecha. La técnica de emitir grabaciones de cámaras fijas dentro del propio film está ya muy manida y tampoco causa sorpresa ni estupor. Su duración es más bien corta (91 minutos de los que 10 pertenecen a los títulos de crédito finales) y tiene una BSO que acompaña bien a la trama, así como unos efectos especiales bastante convincentes. 

La dirección corrió a cargo de Mark Neveldine, director no demasiado exitoso, quien se rodeó de un elenco de actores consolidados pero más acostumbrados a papeles secundarios que a llevar la carga de una película. Se puede destacar a Michael Peña (Padre Lozano), Olivia Taylor Dudley (Ángela), Dougray Scott (Roger) y Peter Andersson (Cardenal Mattias Bruun).

El argumento tiene como protagonista principal a Angela Holmes, una chica americana normal, con un novio y una vida de lo más común hoy en día. El día de su 27º cumpleaños se corta un dedo con un cuchillo y unos días después un cuervo le picotea la zona. A partir de entonces comienza a comportarse de manera extraña y a suceder a su alrededor todo tipo de situaciones paranormales. El capelán del Hospital de Santa María, el Padre Lozano,  cree que está poseída y solicita ayuda al Vaticano, de donde el Cardenal Bruunse vendrá para encargarse personalmente de realizar el exorcismo. 

Vamos con el análisis espiritual del film, que para lo bueno y para lo malo tiene miga. 

El comienzo de la cinta narra con una serie de entrevistas a sacerdotes (ficticias) la problemática que plantea la película, que sí me parece original respecto a otros títulos sobre exorcismos. Veamos estas frases que desvelan ya desde el inicio esa preocupación:

- "El demonio te elige. Te observa y te analiza. Tus fortalezas y tus debilidades".
- "¿Por qué el diablo elige a una persona y no a otra? No hay explicación".
- "Desde el día en que eres concebido, el diablo busca tu destrucción, temporal, pero sobre todo eterna, y no se rinde hasta el día de tu muerte".

Como digo, la originalidad de este planteamiento teológico es que el diablo posee aleatoriamente, algo que contradice la opinión de los grandes exorcistas y de la filmografía clásica en este campo, para quienes la posesión comienza con frecuencia con algo tan aparentemente inocente como jugar con la ouija, un pacto verbal con el diablo o un amuleto demoníaco. Que la elección sea del diablo y no de la persona añade bastante angustia al espectador. Insisto en que teóricamente es bastante discutible, pero como propuesta funciona en la generación de miedo en una película, que es de lo que se trata.

A nivel espiritual la chica es lo que se puede llamar una "católica no practicante" o agnóstica, ya que no se posiciona en temas de fe. Lo contrario que su padre, un católico irlandés de férreas creencias religiosas. En una conversación con el Padre Lozano encontramos el único atisbo de porqué la chica es propensa al mal, por un supuesto origen pecaminoso en su concepción y nacimiento:
 
Roger Holmes: "Y ocho días después de que me mandaran allí, ella me llama y me dice que está embarazada. Quería abortar. Le rogué que no lo hiciera. Le envié dinero para quedarse con el bebé, pero meses después, recibí una llamada del hospital diciéndome que mi hija nació pero fue abandonada por su madre".

Durante una parte de la película Angela está en coma. Precisamente su "dormición" dura 40 días, número muy simbólico en la biblia, empleado en varios pasajes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento:

Padre Lozano. "Ha estado 42 días en coma, creo".
Médico: "En realidad, mi informe dice 40 días".
P.L.: "Cierto, error mío, 40 días".

40 días llovió en tiempos de Noé, 40 años vagó el pueblo de Israel por el desierto, 40 días fue tentado Cristo en el desierto, 40 días después de resucitar volvió a los Cielos... muy bien traído el número, no cabe duda. 

Cuando está poseída, un cuervo aparece cada vez que algo maligno va a suceder. Eso y la insaciable sed de la protagonista hace que no se presagie nada bueno. El repertorio de elementos de la poseída es el habitual: bilocación, deterioro físico, conocimiento de lenguas extrañas y de la vida de los demás, movimientos de la cama, torsiones imposibles, estigmas...

Llegados a este punto se desencadenan los hechos que conducen al exorcismo. A él acude el cardenal del Vaticano, que poco después revela el porqué de su interés en estos temas:

Cardenal Mattias Bruun: "Cuando tenía 12 años, fui poseído por un demonio. Durante seis días, el sacerdote luchó contra el demonio dentro de mí, firme en su creencia de que puedes matar al espíritu maligno y preservar el cuerpo".

Llama la atención los diversos errores teológicos que tiene la película, casi de primero de catecismo. He cotejado con el guion original en inglés y casi todos son errores de traducción. No es de extrañar en un país como España cada vez con más incultura religiosa. Vamos a destacar los tres más graves:

1. El padre Lozano dice que le va aplicar a Angela la extremaunción. Esta palabra fue suprimida del vocabulario eclesiástico en el Concilio Vaticano II, allá por 1965. En su lugar se emplea el término del sacramento actual, la Unción de enfermos. En la versión americana no se emplea ni un término ni otro. La traduzco literal:

Padre Lozano: "Los últimos ritos se dan a los que no sólo están a punto de morir sino también como celebración de la vida".

2. En el momento del exorcismo, el Cardenal Bruunse le dice al Padre Lozano que le dé a Angela la Comunión "sin misa". Esto no tiene ni pies ni cabeza, pues la hostia solo se puede consagrar en una Eucaristía o misa. No existe una consagración express en ningún caso, ni siquiera en el de un exorcismo, en el que la hostia ya está previamente consagrada. 
 
Padre Lozano: "Pero la misa es esencial en la preparación de la Eucaristía".
Cardenal Bruunse: "Sin misa. A veces, en busca de lo que es una abominación, nos alejamos de Dios".

3. Cuando Angela expulsa unos huevos por la boca primero el Cardenal Bruunse dice que corresponden al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Poco después añade que son símbolo de la reencarnación del diablo en Ángela, el nacimiento del Anticristo. La noción de reencarnación es ajena al cristianismo, siendo una doctrina oriental propia del budismo y el hinduismo. De nuevo en el guion original no se menciona este término, traduzco literal:

Cardenal Bruunse: "Representan a la Santísima Trinidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Este huevo es el símbolo del renacimiento. ¿De dónde vino?".

A partir de aquí se desvela la verdadera identidad de Angela como el Anticristo. El Padre Lozano es quien se lo anuncia al espectador:

"Sus 40 días en coma, como los 40 días de tentación de Cristo en el desierto. Su madre era una prostituta.  Una perversión de la Virgen María. El cuervo negro se burla de la paloma blanca. Ay Dios mío. Estigmas. Es la resurrección. Omega, Alfa. Nuestro final, su comienzo. Es el Anticristo". 

Sobre que el Cardenal intente matar a Angela con una daga o asfixiándola con un Rosario es mejor que no opine, ya que me parece lo más flojo de la película y en mi opinión desvirtúa lo que es un exorcismo. Como recurso cinematográfico puede crear tensión, pero me parece fuera de contexto si se quiere aportar realismo. Afortunadamente, al comienzo del film, no se visualizan las palabras "Basada en hechos reales" que en este tipo de película son como una pegatina imprescindible. 

Tras ese clímax y la explosión final, se produce un final alternativo que a mí personalmente sí me parece original y que da que pensar. El Anticristo ha llegado al mundo como una mujer (guiño claro al feminismo) y se va rodeando de adeptos que la siguen como fanáticos. Una pena que termine de manera tan abrupta sin ahondar más en el tema. Supongo que en previsión de una secuela que afortunadamente de momento no ha tenido lugar, ya que es sabido que segundas partes nunca fueron buenas y las secuelas solo pueden empeorar lo ya existente.

El film termina -como suele ser habitual en estos casos- con una cita bíblica, aunque en este caso está distorsionada. Se trata del Apocalipsis 19, 20. Copio la del film y la de la Biblia, en las que se pueden apreciar notables diferencias....

Película: "Uno vendrá a imitar al Cristo, y los engañados adorarán a este falso profeta. Y ese es el día que más tememos".
Biblia: "Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre".

Ciertamente no pasará a la historia como un clásico del cine de exorcismo como El Exorcista o la Profecía, pero al menos entretiene y plantea un final novedoso. Eso sí, la traducción bastante mejorable.

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