lunes, 18 de julio de 2022

El Exorcista (The Exorcist, EE.UU., 1973)

Dicen que El Exorcista, La Profecía y Carrie son las "hijas ilegítimas" de "La Semilla del Diablo" (1968). Sea como fuere, quizás de entre todas ellas la trilogía de El Exorcista es la que más repercusión ha tenido en el cine de terror en estas últimas décadas. Y eso que a estas alturas son ya casi incontables las películas sobre temática de exorcismos que se han estrenado y se siguen asomando año tras año a la gran pantalla. 

Quizás por ser la primera en tratar de manera explícita un exorcismo -o por su espectacularidad- ningún film posterior (ni siquiera sus propias secuelas) han hecho sombra a la primera parte de la saga. Narrar nueve minutos completos de un exorcismo fue por aquella época una apuesta fuerte y a la postre resultó ser todo un éxito. Por nombrar algunas obras recientes significativas, El exorcismo de Emily Rose, PoseídoEl rito o Exorcismo en el Vaticano añaden elementos interesantes a la que hoy comentamos, pero todas ellas pecan de un patrón excesivamente repetitivo. Imagino que en ello influye el hecho de que los exorcismos siguen siendo acciones ocultas, estando prohibida su grabación o divulgación, por lo que al final todo lo que se sabe de estas prácticas religiosas pertenece al mundo de la literatura.  A diferencia de las mencionadas anteriormente, "El Exorcista" no está basada en hechos reales, sino en la novela homónima de William Peter Blatty, a la par guionista del film

"La película que estabas esperando... sin esperarla". Así de enigmática se promocionaba en América el film que hoy analizamos, acreedor de 2 Oscars (Mejor Guion Adaptado y Mejor Sonido) y 8 nominaciones más, así como vencedora de la categoría de Mejor película en los Globos de Oro. Con 11 millones de presupuesto y 441 engrosados en taquilla es uno de los filmes más rentables de la historia, para mayor gloria de la Warner Bros.. Este éxito recaudatorio cuenta además con el mérito añadido de ser una película para mayores de 17 años en los EE.UU., donde el acceso de menores a las salas de cine se cumple a rajatabla. Por otro lado, la pieza Tubular Bells de Mike Oldfield también ha pasado a la posteridad como una de las melodías más inquietantes de cualquier B.S.O. Con esta escueta presentación creo que podemos justificar el porqué el film del que hoy hablamos es para muchos la mejor película de terror de todos los tiempos. 

La dirección corrió a cargo de William Friedkin, de quien se han escrito ríos de tinta. El director (quien no volvió a tener un éxito ni remotamente parecido) definió su obra como "Una parábola del cristianismo, de la eterna lucha entre el bien y el mal". Siempre se ha hablado de los métodos nada convencionales de Friedkin en el rodaje del film, con continuos engaños a los actores (el más famoso es cuando le dijo a Miller que el vómito de Regan le caería en el pecho, pero finalmente le cae intencionadamente en la cara para grabar su cara real de desagrado y asco), disparos de revólver y explosiones de petardos en el set para asustar a los actores o continuos gritos para intimidar al staff y crear un clima de tensión continua en la grabación. A ello se añade el enfriamiento constante del plató de rodaje, con temperaturas cercanas a los -20ºC, que tenía como consecuencia directa que la duración de las tomas debía ser inferior a los tres minutos, debido al peligro de hipotermia en los actores. Hablando del director, es necesario mencionar que además de la versión clásica de 102 minutos en el 25 aniversario del film (1998) se lanzó una nueva versión llamada "El montaje del Director" de 112 minutos, entre los que se incluyen un comienzo y final extendidos y prolongaciones en los efectos de la posesión de Regan.

La promoción en Europa clarifica bastante la trama: "Algo incomprensible sucede en esta casa, y un sacerdote ha sido llamado como último recurso. Este sacerdote es.... El Exorcista". Vamos a ahondar en este argumento al mismo tiempo que introducimos el reparto.  Chris MacNeil (Ellen Burstyn) es la madre de Regan (Linda Blair) una niña normal que de repente empieza a experimentar y relatar extraños fenómenos paranormales. Tras múltiples pruebas psicológicas, médicas y psiquiátricas, se decide como último recurso someterla a un exorcismo dirigido por el Padre Lankester Merrin (Max von Sydow), el Padre Damien Karras (Jason Miller) y el Padre Dyer (William O´Malley). Todos ellos tendrán que intentar sacar el demonio del cuerpo de Regan, tarea nada sencilla ni agradable de ver. De este elenco llama la atención que Linda Blair tuviera una carrera tan discreta tras esta película, máxime cuando la Academia reconoció que no le fue concedido el Oscar a Mejor Actriz simplemente porque la voz no era suya sino de Mercedes McCambridge, una bebedora y fumadora empedernida que confería unos tonos graves realmente terroríficos. Acerca del casting de Regan, el director cuenta que se decidió por ella cuando al preguntarle si sabía qué tenía que hacer le respondió: "masturbarme con un crucifijo". Contaba Friedkin que ninguna otra candidata había respondido sin rubor a una pregunta de tipo sexual. Como curiosidad, comentar también que William O´Malley no era de profesión actor sino sacerdote, siendo asesor del film además de interpretar brevemente al Padre Dyer.

Muchas más son las curiosidades relacionadas con esta película. Quizás la más famosa es el incendio del set de rodaje, del que únicamente la habitación de Regan quedó intacta. Tampoco se puede olvidar la muerte del abuelo de Linda Blair y de dos actores secundarios del film (Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros, en la película la madre de Karras) durante el rodaje, así como que en el film participara como extra un futuro asesino en serie, Paul Bateson. A petición del director, El padre O´Malley tuvo que bendecir al equipo de la película en diversas ocasiones debido al clima enrarecido que flotaba en el ambiente de la grabación. 

Vamos ahora con el análisis espiritual del film, del que se pueden sacar muchos detalles interesantes. 

En primer lugar, como muchos exorcistas advierten, la posesión de una persona no suele ser inmediata, sino que suele tener su origen en algo aparentemente tan inocente como recurrir a las artes adivinatorias, en este caso la ouija. En esta escena del film vemos que la niña realiza esta práctica como un juego:

Chris MacNeil: (mientras la tabla de Ouija se aleja) "Realmente no quieres que juegue, ¿eh?"
Regan: "No, no. El Capitán Howdy dijo que no".
C.M.: "¿El Capitán quién?"
R.: "Capitán Howdy".
C.M.: "¿Quién es el Capitán Howdy?"
R.: "¿Sabes? yo hago las preguntas y él las responde".
C.M.: "Oh, Capitán, ¡hola!".

El demonio no revela su nombre durante el exorcismo, aunque en el "Comentario del Director" del DVD y en la segunda película sabemos que se trata de Pazuzu, "un diablo enemigo de otros diablos". En el comentario de la segunda parte ahondaremos en su figura. 

En todo momento el demonio aparece como alguien altivo, desafiante intentando demostrar su superioridad sobre el exorcista. Los exorcistas suelen narrar en sus experiencias que sus diálogos con él son auténticas batallas de las que terminan psicológicamente exhaustos. Suelen ser sesiones extensas (de varias horas) en las que la provocación y la intimidación no están ausentes. Valga como ejemplo este diálogo:

Demonio: "Qué excelente día para un exorcismo".
Padre Karras: "¿Te gustaría eso?"
D.: "Intensamente".
P.K.: "¿Pero eso no te sacaría de Regan?"
D.: "Nos unirá aún más".
P.K.: "¿A ti y a Regan?"
D.: "A ti y a nosotros".

De entre todas las frases del Ritual Romano de Exorcismos una destaca especialmente tras ver el film, por la cantidad de veces utilizada y por haber pasado a la posteridad como "lema" de todo exorcismo:

Exorcista: ¡El Poder de Cristo te obliga!

Aparte de elementos físicos tales como la demacración, los ojos blancos o las heridas, otras características de la posesión que aparecen en el film son el lenguaje obsceno, la levitación, la fuerza demoníaca, caminar como una araña (únicamente visible en la versión extendida), el giro de 180º del cuello, la xenoglosia (conocimiento de lenguas extrañas para el poseído) y la revelación de interioridades solo conocidas por el exorcista u ocultas para el común de los mortales. De todos ellos hay uno que la máxima eminencia en exorcismos, el difunto Padre Amorth, considera imposible: el giro que retuerce el cuello de Regan, pues conllevaría la muerte instantánea del poseído. Creo por ello que su introducción en la trama es más simbólica que física, ya que el director quiere hacer ver en ese justo momento cómo se ha producido la muerte de Karras, rodando por las escaleras. De ahí las palabras del demonio a la par que Regan hace un gesto que recuerda las continuas vueltas que acaba de dar Karras:

Demonio: "¿Sabes lo que hizo tu puta hija?"

Precisamente en esa escena hay un detalle que puede pasar desapercibido pero no es casualidad en absoluto. Cuando Karras cae por las escaleras, podemos ver escrito en rojo en la pared "Fight pigs". "Pig" es en la jerga callejera un término para la policía. Esta referencia a los cerdos (pigs) es la que no es casual, puesto que cuando el demonio sale del cuerpo de Regan lo que el director quiere que oigamos es una multitud de cerdos acudiendo al matadero. El motivo para escoger este sonido lo encontramos en el Evangelio de Lucas 8, 33, en la expulsión de un grupo de demonios llamado Legión: "Entonces los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos. Todos los cerdos se echaron a correr pendiente abajo por el barranco, cayeron en el lago y se ahogaron." 

Sobre el lenguaje obsceno poco más se puede añadir. La película corrió el riesgo de ser censurada por ello, pero me parece necesaria su utilización. Me gustaría resaltar esta frase porque aúna dos características que acabamos de mencionar, la obscenidad del lenguaje y la revelación de secretos del exorcista (la madre del padre Karras acababa de morir)

Demonio: "Tu madre chupa pollas en el infierno, Karras, perro infiel".

¿Por qué el demonio posee a ciertas personas? La respuesta a esta pregunta sigue siendo un misterio. El film intenta dar una respuesta, no me parece la más acertada (pues pone el foco en el sacerdote, no en la víctima) pero me parece justo resaltarla:

Padre Karras: "¿Por qué ella? ¿Por qué esta niña?"
Padre Merrin: "Creo que el objetivo es desesperarnos. Vernos como... animales y detestables. Para hacernos rechazar la posibilidad de que Dios pueda amarnos".

Junto a ello me gustaría resaltar también el consejo del sacerdote "experimentado" al "novel" al comentar con él las pautas indicadas por el Ritual de Exorcismos

Padre Merrin: "Especialmente importante es la advertencia de evitar conversaciones con el demonio. Podemos preguntar lo que es relevante, pero cualquier cosa más allá de eso es peligroso. Es un mentiroso. El demonio es un mentiroso. Mentirá para confundirnos. Pero también mezclará la mentira con la verdad para atacarnos. El ataque es psicológico, Damien, y poderoso. Así que no lo escuches. Recuerda que no debes escucharlo".

Una última palabra es necesaria también para comentar la muerte sacrificial y redentora del padre Karras. En su último momento de lucidez decide entregar su vida suicidándose para acabar con el demonio -temporalmente- o al menos conseguir que salga del cuerpo de Regan. Es un sacrificio que -con matices- recuerda al sacrificio redentor de Cristo en la cruz por la salvación de toda la humanidad. Cinematográficamente es un recurso muy original para su época, que posteriormente será imitado en muchas películas sobre el demonio, como La séptima profecíaEl Fin de los díasPactar con el diablo, Fallen, Constantine o El reverendo. Me atrevería a añadir este esquema sacrificial está detrás de películas ajenas al mensaje religioso como Titanic, La vida es bellaArmaggedon, Gravity o en muchos de los personajes de las películas dirigidas por Clint Eastwood, aunque esta es una opinión tan personal como indemostrable. Veamos en concreto la escena que nos ocupa: 

Padre Karras: (ve al padre Merrin muerto en la cama de Regan y lo coloca suavemente en el suelo; golpea el pecho de Merrin con fuerza buscando un latido, se levanta y grita) "¡Hijo de puta!" (ataca a Regan) "¡Llévame! ¡Ven a mi! ¡Dios te maldiga! ¡Tómame! ¡Tómame!" (el demonio se transfiere a Karras; quien está a punto de matar a Regan pero se detiene) "¡Nooooo!" (salta por la ventana y rueda por las escaleras exteriores del apartamento, muriendo en el acto).

Lo dicho. Una película de culto, rompedora de muchos récords y que no envejece. Imprescindible al tiempo que impactante.

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