lunes, 30 de septiembre de 2024

La teoría de la nada (The Theory of Everything, EEUU, 2006)

Lo primero que llama la atención de esta película es la traducción de su título. Siendo en inglés "La teoría del todo", en español se llamó "La teoría de la nada", posiblemente para diferenciarla del biopic sobre la vida de Stephen Hawking, aunque las fechas no cuadran en exceso, ya que esta última fue estrenada en 2014, ocho años más tarde de la que hoy nos ocupa. Sea como fuere, lo cierto es que el título que se le puso en español no tiene nada que ver con el planteamiento del film, si bien al final de esta entrada intentaré encontrar una explicación lógica a este asunto...

Vayamos primero con los datos técnicos. Dirigida por David de Vos (primera película de las dos que hasta la fecha tiene en su filmografía) e interpretada por actores de serie B, se trata de un telefilme cuyo objetivo es la defensa de la cosmovisión cristiana. "Visualiza las posibilidades" fue el eslogan comercial elegido para su promoción directamente a través del mercado de DVD sin pasar por la gran pantalla. 

Conociendo las intenciones del producto y su bajo presupuesto, tanto el análisis como el juicio crítico hay que realizarlo según esas premisas. Veamos a continuación el argumento y posteriormente los elementos clave del film sin perder nunca de vista la visión apologética que contiene.

Gene es un hombre viudo que en sus últimos días decide ponerse en contacto con Doug, el hijo biológico que entregó en adopción a la muerte de su esposa. Aquejado por una enfermedad degenerativa ("No estoy listo, Señor. No estoy listo. Necesito más tiempo”) revela a su descendiente su gran secreto: lleva toda su vida buscando una fórmula que demuestre la existencia de Dios. En sus propias palabras: “Quizá en dimensiones elevadas, la fe y el conocimiento sean una manifestación de una singularidad subyacente. Tener la una sería tener lo otro. Descubrir lo que gobierna a ambos definiría a Dios”. Teniendo aún incompleta esta tarea y consciente tanto de la pérdida de facultades mentales como de la cercanía del fin de su existencia, la ayuda de su hijo se antoja imprescindible para concluir la ingente tarea de demostrar científicamente a Dios.

La película no es solo un alegato religioso encaminado a mostrar la fe en Dios, sino que también defiende valores tradicionales como la familia o la conversión. Prototipo de todo ello es Doug, quien al principio de la relación con su padre biológico solo ve una posible solución a sus problemas económicos, pero tras esta oración en un templo comienza a ser más humano y ver las cosas de otra manera:

“Jesús, hace tiempo que no hablo contigo, pero necesito tu ayuda. No puedo seguir con esto solo. Por favor, Dios… Haz que sienta que estás ahí”.

Otra figura clave en el desarrollo del guion es Abby, la esposa de Doug, quien lo apoya en todo momento y da una interpretación correcta de lo que sucede, siempre desde un punto de vista creyente. Muestra de ello es este diálogo:

Doug: “Creía que Dios me escuchaba. Iba todo tan bien. No lo entiendo. Porqué Dios trae a Gene a mi vida y luego se lo lleva justo después”
Abby: “Tal vez Dios no lo haya traído a tu vida. Quizás te llevo a ti a la suya. Tú tienes la respuesta que él buscaba: la fe en Jesús. Piénsalo. Gene intentaba buscar a Dios, la vida eterna. Cuando Jesús murió en la cruz se llevó nuestros pecados, abrió la puerta a la vida eterna. Pero para cruzar esa puerta hay que tener fe. Tal vez, por eso te trajo Dios aquí. Para ayudar a Gene a obtener la respuesta”

El film está salpicado de referencias religiosas. El símbolo del infinito y la oruga-mariposa como símbolo de la resurrección aparecen en varias ocasiones. En una de ellas incluso se refuerza la idea visual con esta frase:

Gene: “Si una oruga se puede transformar en mariposa y vivir como un ser de una dimensión elevada, quizás nosotros también”

Elementos como oraciones, templos, rezos... aparecen diseminados por toda la trama. Hasta en dos ocasiones se bendicen los alimentos con estas fórmulas:

Cole: “Te damos gracias por los alimentos que vamos a tomar. Te damos gracias por la salud y felicidad y por los que amamos. Amén”

Abby: “Señor, gracias por este momento con la familia. Gracias por esta comida, y sobre todo, gracias por los seres queridos. Amén”.

También una jueza antes de emitir una sentencia proclama unas palabras con un claro sesgo religioso, bastante impensable en otro tipo de películas...: 

Jueza: “Como jueza, rezo para pedir la sabiduría de Salomón”

Vamos con el final y -como dije al principio de este post- con una posible explicación al título español, tan enigmático como desconcertante. Vamos a analizar detenidamente las últimas escenas. Gene está convencido de que a través de su mente puede alcanzar una explicación racional de la existencia de Dios y que necesita imperiosamente esa ecuación para no tener miedo:

“Entonces podré creer… con una ecuación así podré conocer la mente de Dios”

Sin embargo, su hijo le hace ver que quizás lo que pretende es imposible. Una fe que se demuestra ya no es fe. Sería la certeza racional de la existencia de Dios, sí, pero algo que se impone a la razón no deja espacio para la libertad humana. El camino que Dios ha elegido para mostrarse al ser humano no pasa por la imposición, sino por la elección libre y confiada. Así se lo hace ver a su padre en estas dos frases: 

“Quizás esa respuesta no se halla en una ecuación. Quizás no se trate de encontrar a Dios. Quizás nos encuentre a nosotros”

“Recuerdo que me hablaste de su fe en Jesús, que era muy sencilla. Si tú crees, Gene, si crees de verdad que Él es el camino para encontrar a Dios, para llegar al Cielo, tampoco debes tener miedo”

La manera en la que le muestra a Dios no pasa por la razón sino mediante la experiencia vital, en este caso, a través de la contemplación de uno de los fenómenos más bellos de la naturaleza: la aurora boreal. Este diálogo revela esa experiencia mística:

Doug: “Es la mano De Dios”
Gene: “Es muy hermoso”
Doug: “Sí. Es como la luz del Cielo. Como la gloria de Jesús. No está en tus pizarras... ¿Qué pasa?”
Gene: “No tengo miedo. Ahora creo, Doug. Jesús es el camino. Ya no tengo miedo”

Si mi interpretación es correcta, podemos deducir que los traductores escogieron "La teoría de la nada" como titulo para hacernos ver que todo el trabajo de Gene, aunque ingente, es a todas luces infructuoso. Es imposible demostrar científicamente a Dios y, por ello, todo intento de realizarlo está condenado al fracaso. 

El film puede tener muchos detractores, no me cabe duda. La mayoría de ellos no entienden la película porque carecen de cualquier experiencia religiosa. Este sesgo es injusto, ya que no valoran el producto tal como es sino desde sus propios prejuicios. Bajo mi punto de vista, e intentando ser más objetivo, partiendo de unas carencias evidentes (el presupuesto y un reparto de perfil bajo) el film está bien dirigido, bien interpretado, con intuiciones notables y una música que no desentona. 86 minutos que suponen una defensa de la fe, la familia y los valores tradicionales. Todo ello la convierten en recomendable para quienes se sientan a gusto con esas premisas y quieran darse un baño audiovisual para reforzar sus creencias.  

lunes, 23 de septiembre de 2024

Poesía de Dios: Salmos

Hace cuatro meses emprendí la tarea de seleccionar un versículo de cada uno de los 73 libros bíblicos. El criterio es muy subjetivo, ya que se trata de mis gustos, de mi percepción, de mi experiencia... o de mi espiritualidad, que evidentemente serán distintas a la del resto de los mortales.

Lo cierto es que al acometer la empresa con el libro de los Salmos (no voy siguiendo ningún orden concreto, sino completamente aleatorio) la elección se antoja muy complicada. El libro de los Salmos se compone de 150 textos muy variados, con una riqueza espiritual y poética que hacen casi inviable la tarea de seleccionar un solo versículo. Quien sabe, a lo mejor en otra ocasión lo justo será escoger al menos un versículo de cada uno de ellos. Mientras llega ese momento -y aún sabiendo la injusticia que cometo seleccionando un versículo de un Salmo y dejando atrás muchos versículos interesantes de los otros 149- voy a tomar mi decisión. 

Para ello he escogido poesía pura, el Salmo 131. Se trata del Salmo más corto de todos (únicamente 3 versículos) de los que he seleccionado dos, pues forman una unidad textual. Se conoce como una oración de abandono confiado en Dios, unas líneas bellísimas en las que el salmista recoge verbalmente una ternura casi infinita. Espero que os guste:

Salmo 131, 1-2

"Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos, 
como un niño en brazos de su madre".

lunes, 16 de septiembre de 2024

Aspirad a la vida eterna: Carta de San Judas

La Carta de San Judas tiene solo un capítulo con 24 versículos, así que la tarea de escoger un versículo no es excesivamente ardua. La epístola contiene algunas críticas a las primeras herejías que amenazaban incipientemente a la unidad del mensaje evangélico, así como exortaciones a las primeras comunidades cristianas. Incluso estas exortaciones tienen un fondo de prevenir lo negativo más que de alabar lo positivo, lo que nos hace una idea del tono general de la misiva.

De entre esos versículos exortativos (17-23) voy a seleccionar un par de ellos cuyo mensaje nos recuerda algo esencial para la fe cristiana: lo que está en juego en esta vida es la ganancia o pérdida de la vida eterna. Tan ajetreados como andamos siempre en las cuestiones del hoy, del aquí y del ahora, no está de más recordar que el tiempo presente no es más que una especie de prueba para ser hallados dignos -o no- de la vida futura. Para ello en un par de líneas se nos dan tres claves interesantes: fe, oración y caridad, sin olvidar nunca que lo que nos salva es la infinita misericordia de Dios:

Judas, 1, 20-21:

"Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo, manteneos en el amor de Dios, aguardando que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo os lleve a la vida eterna". 


lunes, 9 de septiembre de 2024

Expediente Warren: Obligado por el demonio (The Conjuring: The Devil Made Me Do It, EE.UU., 2021)

Ocho años después del estreno de Expediente Warren: The Conjuring, el Universo Warren contaba ya con seis películas, con lo que su proliferación ha sido tan similar como el de las setas en primavera. 

Dato anecdótico aparte, comentamos hoy la tercera entrega de la saga Expediente Warren (sin contar los spin offs de Anabelle y La Monja), siendo la primera en la que James Wan no ejerció de director sino únicamente como productor, por lo que la responsabilidad de dirigirla recayó sobre Michael Chaves, quien contaba con la experiencia de La Llorona en el cine de terror. Eso sí, el reparto siguió contando con Vera Farmiga y Patrick Wilson para los papeles protagonistas del matrimonio Warren. "El caso demoníaco que conmocionó a Estados Unidos" fue el sugerente eslogan publicitario con el que se pretendía continuar enganchando a un público bastante fiel a este tipo de Cine. Se puede concluir que el objetivo fijado se cumplió con creces, pues esta nueva secuela obtuvo por sí sola un beneficio final de 160 millones de dólares, cantidad algo inferior a Expediente Warren: El caso Enfield pero aún bastante apetecible, lo suficiente como para alentar una cuarta parte (prevista para 2025). 

A nivel de argumento y de estilo narrativo la película no se aparta en exceso de sus dos antecesoras. Al tiempo que seguimos conociendo más elementos de la vida del matrimonio Warren, se nos presentan dos sucesos relacionados entre sí en los que los demonólogos tuvieron un papel relevante y que forman parte de sus archivos. En este caso, Ed y Lorraine asisten al exorcismo fallido de David Glatzel que desencadena la posesión de Arne Cheyne Johnson, un joven que será acusado de asesinato, siendo a su vez el primer caso de utilización de un argumento sobrenatural en un juicio para intentar reducir o anular la condena. Como en las películas anteriores, la presentación del caso aparece impresa en pantalla en las primeras escenas: 

El 8 de julio de 1981, los Warren fueron llamados para documentar el exorcismo de David Glatzel. Tenía 8 años. (escena del exorcismo) El exorcismo del niño de ocho años David Glatzel supuso el fin del meses de sufrimiento. Pero para Arne Johnson solo fue el principio. Los trágicos eventos que sucedieron fueron titulares nacionales y llevaron a Ed y Lorraine al descubrimiento más siniestro de su carrera. Basado en una historia real

En el desarrollo de la trama -y a diferencia de las antreriores entregas- se percibe que el protagonismo recae en esta ocasión casi exclusivamente en Lorraine, siendo Ed prácticamente un convidado de piedra. Puede que se trate de un homenaje póstumo a quien en la vida real había muerto a los 92 años en 2019. De hecho, las frases más interesantes del film las pronuncia ella:

"Yo puedo ver cosas que ustedes no pueden ver"
"Ahora sabemos que se trata de una maldición. Y las maldiciones pueden romperse"

Ocultista: "¿Cómo lo haces?"
Lorraine: "Dios me ha llevado hasta ti"
O.: "Pues tu Dios te ha condenado"

De hecho, tanto en la lucha final contra la satanista como en la recuperación espiritual de Ed, vuelve a ser Lorraine la protagonista principal:

"Pon fin a este negro Sabath. ¡Por la sangre del Calvario, te lo mando!"
"Cree que nuestro amor es nuestra debilidad pero no lo es. No lo es. Es nuestra fortaleza. Amor, abre los ojos"

Junto a ella, el protagonismo recae sobre un sacerdote secularizado, Kastner, quien como experto en sectas satánicas da las claves de todo lo que va sucediendo. Posee todo un "arsenal" de fetiches y amuletos, que al igual que Ed en la primera película, conserva y no destruye para tenerlos a buen recaudo. Hay un guiño a la primera entrega con las siguientes palabras:

"Me gusta mantener las armas fuera de la calle..." 

Otras de sus frases más esclarecedoras de la trama son las siguientes:

"¿Por qué? El porqué es irrelevante. El porqué va en contra de todo lo que los satanistas defienden. Su único objetivo es el caos, su deleite, la desesperación".

"Es la maldición. Dice que la maldición necesita tres víctimas para completarse. Se refiere a ellos como el niño, el amante y el hombre de Dios.La encarnación de la obra de Dios: pureza, amor y fe"

"Tenemos que tener cuidado de no transmitir nuestras obsesiones a nuestros hijos"

De Ed, sin embargo, apenas podemos destacar un par de frases, si bien es cierto que una de ellas es interesantísima:

"Los tribunales reconocen la existencia de Dios cada vez que un testigo jura decir la verdad. Creo que ya va siendo hora de que reconozcan la existencia del demonio"

La otra que me gustaría destacar es un diálogo con Arne y su novia, en la que pone a prueba al primero para ver si está poseído:

Ed: "Estos objetos religiosos habrían bastado para provocar un espíritu inhumano en caso de que estuviera presente"
Debbie: "¿Eso quiere decir que no está poseído?"
E.: "El hecho de que pueda leer la Biblia lo confirma. Significa que no estás poseído, pero que no que no lo hayas estado".

A nivel espiritual, dos apuntes me parecen necesarios de esta tercera parte:

En primer lugar, el film abandona el camino de la posesión por "imprudencia" (ouija, pacto con el diablo...) para adentrarse en un mundo aún más inquietante: la elección por parte de alguien satánico de víctimas inocentes para descargar sobre ellas maldiciones y conjuros. El resultado para el espectador es más preocupante si cabe, pues a lo largo de la tramo se intenta transmitir la idea de que los poderes ocultos son superiores a las defensas espirituales. Basta un objeto maldito para arruinarte la vida, como se daja claro en el film:

"Es un tótem de bruja, utilizado por los satanistas en sus rituales"

Por otra parte, hasta en tres veces se utilizan textos bíblicos del libro de los Salmos en la lucha contra el maligno. En concreto estos tres:

Salmo 24, 3-5

"¿Quién puede subir al monte del Señor?, ¿Quién puede estar en el recinto sagrado? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ni jura con engaño. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación"

Salmo 23, 1-2 

“(El Señor es mi pastor, nada me falta) En verdes prados me hace reposar”

Salmo 91, 1-2

"Tú que vives al amparo del Altísimo y habitas a la sombra del poderoso di al Señor: refugio y fortaleza mía, Dios mío, en ti confío"

A pesar de estas oraciones, se percibe que el apartado espiritual va decayendo en detrimento de la acción. Las posesiones y los aspectos sobrenaturales son en cada entrega más extravagantes y parecen concebidos únicamente como contexto en el que se desarrolla un thriller de acción. Dicho esto y para mantener la continuidad en la saga, la película -al igual que sus antecesoras- termina con un nuevo mensaje en pantalla:

El 24 de noviembre de 1981, Arne Johnson fue condenado por homicidio involuntario. Pasó 5 años en prisión, donde se casó con Debbie. En la actualidad siguen casados

De la misma manera, durante los créditos finales, también se nos presentan imágenes del caso real y sonidos de las cintas del exorcismo de David Glatzel. Todo muy del Universo Warren y que confieren un sello característico de la marca. 

Toca ver y analizar los spins off. A ver que tal se dan. 

lunes, 2 de septiembre de 2024

Dios siempre cumple sus promesas: Números

El libro de los Números es el cuarto del Antiguo Testamento, y su lectura proporciona un mayor conocimiento del Éxodo de Moisés. No obstante, no deja de ser un libro histórico y su contenido es menos espiritual que otros libros veterotestamentarios. De los 36 capítulos que lo componen hay dos que particularmente son una excepción a esta afirmación: Los capítulos 23 y 24 contienen cuatro bendiciones de Dios al Pueblo de Israel en boca del profeta Balaán

De una de estas bendiciones (la segunda) voy a escoger mi versículo favorito de este libro. Habla de la veracidad de la Palabra de Dios y del cumplimiento de la misma. Los tiempos de Dios no son los mismos que los nuestros... A veces lo único que hay que tener es paciencia para esperar que llegue ese momento del cumplimiento de su palabra... 

Espero que os guste...

Números 23,19:

"Dios no es un hombre, para mentir; ni es un mortal, para desdecirse: ¿Acaso él dice y no hace, promete una cosa y no cumple?"