Un día después de celebrar a su madre, Santa Mónica, recordamos hoy a San Agustín de Hipona (354-430), Obispo y Doctor de la Iglesia. Tras muchos años alejado de la Iglesia siguiendo la herejía del maniqueísmo (doctrina que sostiene que el espíritu es el principio de todo bien y la materia, el principio de todo mal), se convirtió a la fe católica y fue bautizado por San Ambrosio de Milán. Desde entonces se convirtió en uno de los pilares intelectuales y filosóficos del cristianismo de su época. Copio para la meditación algunas de sus frases más famosas:
"Si queréis recibir la vida del Espíritu Santo, conservad la caridad, amad la verdad y desead la unidad
para llegar a la eternidad" .
"Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva...¡Tarde te amé! Tú estabas dentro de mí y yo fuera..., y por fuera te buscaba...".
"Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en Tí...".
"La medida del amor es el amor sin medida...".
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