miércoles, 6 de mayo de 2020

Gravity (Gravity, EEUU, 2013)

Había escuchado hablar mucho de esta película de Alfonso Cuarón protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney, pero la verdad es que hasta hace unos días no he podido verla. Avalada por sus diez nominaciones a los Óscar y sus siete estatuillas (incluyendo mejor director) ha sido definida por James Cameron como "la mejor película sobre el espacio jamás hecha". Por si fuera poca esta presentación, el film es toda una reflexión sobre el sentido de la vida, con varios temas religiosos de fondo que van saliendo a la luz poco a poco. La carátula de la película ya es muy sugerente presentando a la protagonista principal en posición fetal y con un cable que parece ser un cordón umbilical. Es por lo tanto, una llamada a la reflexión sobre la vida humana en sí misma. 

El argumento es sencillo. La doctora Ryan Stone (Bullock) y Matt Kowalsky (Clooney) son dos astronautas que realizan trabajos rutinarios de reparación de su nave espacial. Fragmentos de basura espacial colisionan con ellos y desde ese momento tienen que comenzar una odisea para poder volver sanos y salvos a la Tierra. 

Para hacer un comentario de la película es necesario hacer el temido spoiler, por lo que recomiendo no seguir leyendo esta entrada hasta que se vea la película. A mi  modo de ver voy a desgranar el mensaje profundo de la película en seis temas a cada cuál más interesante. Seguramente habrá muchos otros más que se me escapan, pero desde una perspectiva espiritual-religiosa estos son los más evidentes. He intentado iluminar cada tema con una frase de la película. Soy consciente de que alguna está algo forzada, pero creo que sirve para iluminar la temática de cada apartado:

1. El sentido de la vida:

Tuve una hija. Tenía cuatro años. Ella estaba en la escuela jugando al escondite. Resbaló, se golpeó la cabeza, y eso fue todo. Lo más estúpido. Yo estaba conduciendo cuando recibí la llamada, así que... Desde entonces, eso es lo que hago. Me levanto, voy al trabajo, y solo conduzco.

La doctora Stone ha perdido el sentido de la vida. En su conversación con Kowalsky deja ver que desde que murió accidentalmente su hija de cuatro años no vive, sobrevive. Ha perdido la ilusión por todo y pasa sus días sin ningún horizonte existencial interesante. La muerte ha hecho mella en ella y no encuentra una respuesta que le dé ánimos para seguir viviendo. No deja de ser paradójico que una mujer que profesionalmente ha llegado al máximo de sus aspiraciones viva hundida en un pozo existencial del que no es capaz de salir durante buena parte de la película. Frente a ella se sitúa su compañero, a quien podríamos definir como "un canto a la vida". Optimista, luchador, sabe sacar el máximo a cada minuto de su existencia. La animada música que escucha es lo único que rompe el angustioso silencio en el espacio durante muchas escenas del film. Matt también tiene problemas, pero no deja que lo abatan. Son dos personalidades polarizadas, todo el mundo ha tenido momentos de su vida en los que puede verse reflejado en uno o en otro, incluso en ambos a la vez. Ver el vaso medio lleno o medio vacío depende a veces de nuestro estado de ánimo, que a su vez se retroalimenta con las decisiones que vamos tomando.

2. Dios creador y la maravilla de la creación. 

- ¿Qué es lo que más te gusta del espacio?
- El silencio, podría acostumbrarme a él.


Visualmente el film es una delicia para el espectador. Las imágenes del planeta tierra son bellísimas e impactantes. La contemplación de la creación siempre ha sido vista en la teología cristiana como un acercamiento al creador. Es cierto que de manera explícita solo se hace una referencia a Dios en la película, cuando en uno de sus paseos ven la tierra y Matt exclama: ¡Oh Dios mío! ¡Guau! Oye Ryan, deberías ver el sol sobre El Ganges. Es impresionante!. No creo que sea casualidad que se escogiera para esta afirmación el río Ganges, el río más sagrado de la India, donde posiblemente nació la humanidad.

3. Superación de las dificultades.

Escucha, ¿quieres volver, o quieres quedarte aquí? Lo entiendo, es bueno estar aquí arriba. Solo tienes que apagar todos los sistemas, apagar las luces, cerrar los ojos y desconectarse del mundo. No hay nadie aquí que te pueda hacer daño. Es seguro. Quiero decir, ¿cuál es el punto de volver? ¿Qué sentido tiene vivir? Tu hija murió. No hay nada más duro que eso. Pero aún así, es una cuestión de lo que haces ahora. Si decides volver, entonces tienes que seguir adelante con eso. Sentarse, disfrutar del paseo. Debes plantar los pies sobre la tierra y vivir la vida.

En este caso de nuevo Matt es en un primer momento el ejemplo a seguir, aunque al final de la película Ryan también sera un buen modelo de superación de los obstáculos que encontramos en la vida. En la escena del "suicidio" de Matt, este le dice a Ryan que tiene que aprender a "soltar", y no se refiere solo a que se suelte físicamente de él, sino a que suelte psicológicamente todos los problemas del pasado que la agobian y le quitan la paz.

4. El sacrificio. La redención. 

Oh, me voy a morir, Aningaaq. Lo sé, todos vamos a morir. Todo el mundo sabe eso. Pero me voy a morir hoy. Es gracioso eso. Ya sabes, saber... Pero la cosa es, que todavía estoy asustada. Estoy muy asustada. Nadie va a llorar por mí, nadie va a orar por mi alma. ¿Vas a llorar por mí? ¿Vas a decir una oración por mí? ¿O es demasiado tarde? Quiero decir, lo haría yo misma, pero nunca he rezado en mi vida así que... Nadie me enseñó. Nadie me enseñó cómo.

Estas palabras se producen en un contexto de falta de comunicación. Ryan y el esquimal Aningaaq hablan lenguas distintas y no pueden establecer una conexión. La última esperanza de Ryan se desvanece y decide poner fin a su vida. Frente al miedo a la muerte en el cristianismo aparece la esperanza en la resurrección. La doctrina cristiana nos enseña que el sacrificio de Cristo en la cruz obtiene la salvación para toda la humanidad que se beneficia de su sacrificio. Matt no es Cristo, pero el esquema es idéntico: su sacrificio aceptado voluntariamente propicia la salvación de Ryan. El protagonista "todopoderoso" y casi "omnisciente" se sacrifica para que su compañera "infeliz" siga viviendo. Posteriormente, un Matt "resucitado" (¿Visión?, ¿aparición?....) impide el suicidio de Ryan y la anima a seguir luchando dándole la pista de cómo encontrar una solución al problema por el que se había dado por vencida.

5. La Religión. La verdadera oración   

Si ves a una niña con pelo castaño, muy desordenado, muchos nudos. No le gusta cepillarlo. Eso está bien. Su nombre es Sarah. ¿Puedes por favor decirle que mamá encontró su zapato rojo? Ella estaba muy preocupada por ese zapato, Matt. Pero estaba justo debajo de la cama. Dale un fuerte abrazo y un gran beso de mi parte y dile que mamá la extraña. Dile que ella es mi ángel. Y estoy muy orgullosa de ella. Muy, muy orgullosa. Y dile que no voy a renunciar. Dile que la amo, Matt. Dile que la amo tanto. ¿Puedes hacer eso por mí?

La religión aparece siempre en los momentos difíciles de la existencia. En la película aparecen simbólicamente representadas en un San Cristóbal en la estación espacial rusa y un buda en la estación espacial china. Ryan, quien había reconocido previamente que no sabía rezar, realiza esta bella oración espontánea tras la aparición de Matt. Las palabras anteriores no tienen sentido si no hay una esperanza en el más allá y la resurrección. La verdadera oración es la que sale del alma y llega a Dios desde un alma pura.

6. Nuevo nacimiento. "Bautismo".

O llego ahí abajo con una historia que dejará a todos alucinados o me calcino en 10 minutos. Pase
lo que pase el que no arriesga no gana...

Si Ryan recuerda en la cápsula espacial un feto con cordón umbilical incluido, la llegada a la Tierra es todo un simbolismo de un nuevo nacimiento para ella. Ameriza en el agua (de donde nace la vida originalmente) y tiene que salir de la cápsula inundada (el vientre materno "rompe aguas") para poder respirar de nuevo. Sus primeros pasos, vacilantes, recuerdan los de un niño que aprende a caminar. Este nuevo nacimiento no sólo es físico, sino también espiritual. En las aguas "bautismales" la antigua Ryan muere y renace una nueva persona, posiblemente creyente o al menos que ha encontrado un nuevo sentido a la existencia, ya que ha luchado para ello.

Interesantísima película de la que como veis se puede sacar mucha miga espiritual... Os invito a verla desde estas perspectivas y a disfrutarla de nuevo 

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