miércoles, 13 de mayo de 2020

Camino (España, 2008)

Camino cuenta los cinco últimos meses de la corta vida de Alexia González Barros, una niña cuyos padres fueron miembros del Opus Dei y que falleció en 1985 a los 14 años de edad, tras cuatro intervenciones quirúrgicas infructuosas que no pudieron detener una enfermedad que le habían diagnosticado 10 meses antes. 

Recuerdo que unos años después de estrenarse esta película (sería 2010 más o menos) vi un trozo de la misma, pero me desagradó bastante la manera en la que se enfocaba el tema de la religión y dejé de verla. En 2011 escribí una entrada sobre otra película de la misma niña, Alexia (realizada esta sí desde otra perspectiva más apologética) y en 2014 otra sobre los orígenes del Opus DeiEncontrarás Dragones. En ambas entradas dejaba claro que no simpatizo a nivel personal con la espiritualidad del Opus, y sigue siendo así. Han pasado los años y el otro día visualicé por completo Camino, con una perspectiva más sosegada y menos acalorada de la polémica que suscitó en su día.

La película está contada a modo de flashback, comenzando con el preciso instante de la muerte y retrocediendo hasta 5 meses antes. Para intentar ser lo más objetivo posible me gustaría dividir mi comentario en dos partes, uno a nivel cinematográfico y otro a nivel religioso-espiritual.

A nivel de crítica puramente técnica la película es muy buena. El director, Javier Fesser, hasta esa fecha se había dedicado casi exclusivamente a comedias de relativo éxito como "El milagro de P. Tinto" o "La gran Aventura de Mortadelo y Filemón". Esta era, por así decirlo, su primera incursión en el mundo del drama. Posteriormente ha realizado trabajos que han pasado sin pena ni gloria hasta su gran éxito de 2018, "Campeones", una película excelente donde aborda de manera tragicómica el tema de la discapacidad y de la integración social. Un film plagado de valores positivos que ha aportado un bien incalculable a sus protagonistas y a la sociedad en general. Camino es una película visualmente agradable, con una trama que te engancha, unos protagonistas cercanos (aunque algo estereotipados), una banda sonora que acompaña a la perfección y un guión con un ritmo convincente. La interpretación de Camino (Nerea Camacho) es simplemente soberbia y la de su manipuladora madre (Carmen Elías) no le va a la zaga. Fesser consigue además algo que corroboraría con la ya mencionada Campeones: saber dirigir a niños (o a discapacitados) con la paciencia que ello conlleva y logrando un resultado final excelente. 

A nivel religioso-espiritual no puedo ser tan benevolente. La película tiene como objetivo último realizar una crítica feroz al Opus Dei, una institución que el film deja entrever que anula la libertad de las personas, coarta su personalidad, los vuelve manipuladores y sumisos a una autoridad superior (sea humana y/o divina). Presenta una visión tergiversada donde el sufrimiento y el dolor se entienden como algo querido por Dios y casi una "bendición" que nos salva. En la película esto se lleva al paroxismo hasta el punto de deshumanizar a los personajes y volverlos seres despreciables y monstruosos, como son los casos de la madre y de la tía de la niña. El padre no aparece con estas "cualidades" pero es caricaturizado y ridiculizado como un calzonazos que ni pincha ni corta ante las decisiones de la madre, que no sé que es peor. Tengo amigos de la Obra y esto no es así. Cierto que alguno de estos factores son aplicables a muchas personas que son miembros del Opus, pero presentarlos todos de golpe y elevados a la enésima potencia no es justo. Presentarlos además a través de los ojos de una inocente niña me parece además mucho más manipulador que la manipulación (perdón por la redundancia) que se quiere criticar. Y hacerlo sin el consentimiento de su familia es ya directamente intolerable. Los padres de Alexia murieron antes del estreno, pero sus hermanos no. Bastante sufrimiento debe ser perder a un ser querido de esa manera como para tener que ver una película en la que ridiculizan la fe de tu difunta hermana y la personalidad de tus padres recién fallecidos sirve de diversión. Por todo ello la película debe ser catalogada como inmoral y carente de todo sentido de la ética más elemental. Distinto hubiera sido si al principio de la película no hubiera puesto "Basada en hechos reales" y al final de la misma no hubiera un letrero que recoge "A la memoria de Alexia González Barros". Hubiera supuesto una crítica impersonal hacia el Opus que entra dentro de la libertad de expresión pero que no juega con el dolor de una familia destrozada.

Ya que está basada en hechos reales podía haber sido más fiel a la verdad. Aquí hay algunos datos falsos: Como se recoge en "Alexia", la de González Barros no era una familia con dos hijos sino con seis. Alexia no muere un día 26 (en la película se dice que para que sea el mismo día que Escrivá)  sino un 5 de diciembre. El padre no muere camino del Hospital de Pamplona yendo a ver a su hija sino muchos años más tarde, concretamente en 2001. El sacerdote que convence a la familia para que inicie la causa de la santidad ni siquiera es del Opus, sino el padre Apodaca, un religioso claretiano. No hubo ningún aplauso tras la muerte de Alexia sino un silencio conmovedor. Todo ello - y muchas más cosas- no encajaban en el guión y fueron cambiadas a capricho.

Dos detalles más de las malas intenciones con la que la película está hecha. La primera es la pregunta que la moribunda Alexia realiza a su hermana: "¿Quieres que yo rece para que tú también te mueras?". Creo que no cabe más maldad en un guión cinematográfico. La otra es un dato para las hemerotecas. El productor de la película y presidente de Mediapro, Jaume Roures, al recoger en la siempre politizada gala de los Goya el premio a la mejor película en 2009 se despachó a gusto con la siguiente frase: “para amargarnos nos casamos, tenemos hijos adolescentes y al Opus Dei”. Sobran los comentarios, se entiende a la perfección el odio que el cine español -al menos esta productora- destilan hacia la familia y la religión en sus películas.

Por otra parte, hacer esta entrada tan tarde ha tenido también sus ventajas. Una de ellas es la posibilidad de recoger que el 5 de julio de 2018 el Vaticano certificó el Decreto Sobre las Virtudes Heroicas de Alexia González Barros, por el que el Papa Francisco proclama Venerable a la joven de 14 años. El camino hacia la santidad sigue su curso....

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