lunes, 28 de agosto de 2023

Las 20 películas de Cine Religioso más vistas

El verano me resulta un tiempo propicio para hacer este tipo de entradas en las que tengo que realizar una cierta labor de investigación. Llevo unos años llevando el control de las entradas de Cine Religioso, ya que al ser ya más de 190 las películas comentadas hay muchos datos interesantes. Es cierto que no es lo mismo publicar una entrada en 2006 que en 2023, por lo que las entradas más antiguas suelen ser las que tienen más visitas, pero hay excepciones. por las razones que sean unas entradas son más exitosas que otras a la hora de realizar búsquedas, bien por el interés de quien quiere infomación acerca de una película en concreto o bien por el posicionamiento de una página concreta en el complejo mundo de los buscadores. Sea como fuere, lo cierto es que los números no engañan y muestran una cierta constancia en todos estos años. Os pongo a continuación cómo estuvo el ranking en los últimos años y cómo está a día de hoy:

Ranking 2020

 


Ranking 2021


Hace dos años decidí ampliar la lista de 11 a 18. Las siete nuevas apariciones son las que se ven en azul:

 

 

Ranking 2023 

 

Este año he decidido incluir detrás del nombre de cada película el año en el que fue publicada la crítica. Con ello se visualiza que "El Gran Milagro" podría ser considerada relativamente la más vista, pues fue publicada 5 años más tarde que "Como Dios".  Respecto a años anteriores destaca la subida al tercer puesto de "The Body" y el salto de "La Cabaña", que pasa del lugar nº 18 al 9. También respecto a 2021 he añadido dos películas más para redondear el número a 20, son las que aparecen en rojo en el listado: 


 

Nombre

Visitas

Como Dios (2012)

8.319

El Gran Milagro (2017)

6.198

The Body (2012)

4.817

Más alla de los sueños (2012)

4.104

Prefiero el Paraíso (2013)

3.717

Cartas a Dios (2012)

   3.681

El Exorcismo de Emily Rose (2006)

3.614

La Navidad de Ángela (2020)

2.909

La Cabaña (2018)

2.825

La séptima profecía (2007)

2.717

El pájaro espino (2020)

2.446

El tercer Milagro (2006)

2.404

               El Cielo es Real (2017)    2.396

La Aparición (2021)

2.341

Proyecto Lázaro (2021)

2.273

Sigo Como Dios (2012)

   2.198
                   Lourdes (2021)    2.113
                  Sacrificio (2020)    2.079
Garabandal (2020)    2.047

Últimos días en el desierto (2021)

1.881

 


lunes, 21 de agosto de 2023

El gran silencio (Die Große Stille, Alemania, 2005)

Hoy comentamos una película que no es fácil de ver. El título lo dice todo: 160 minutos de permanente silencio, únicamente interrumpidos por el toque de las campanas, los rezos y cantos de los monjes cartujos o los sonidos de la Naturaleza. Con esta película-documental se intenta transmitir la dura vida de una orden monástica contemplativa, concretamente la de la Gran Cartuja de Grenoble, en los Alpes franceses. Según sus reglas, además de los tres votos de la Vida Religiosa (pobreza, castidad y obediencia) se añade un cuarto voto de silencio. Sólo los domingos -el día del Señor- les está permitido pasear y charlar por los alrededores del convento. “Solo en el silencio más absoluto se empieza a oír, sólo al prescindir del lenguaje se empieza a ver” es el mensaje promocional del film, acompañado de tres palabras claves: "Silencio. Ritmo. Repetición". Cambian los días pero se repiten los ciclos de la naturaleza, las rutinas del monasterio e impera el silencio transformado en alabanza y contemplación. El silencio es la condición necesaria para oir el dulce susurro de Dios en medio del mundo. 

En la película no hay acción, no hay efectos especiales, no hay diálogos, no hay argumento, no hay historia, no hay actores profesionales, no hay drama, no hay comedia, no hay aventuras… El espectador simplemente se sumerge durante tres horas en el día a día de la vida de un religioso contemplativo. Jornada que según la Regla de San Benito ("Ora et Labora" - "Reza y Trabaja") se divide en tres períodos de tiempo: 8 horas para rezar, otras 8 para trabajar y otras 8 para las comidas y el descanso.

¿Qué hace un cartujo?, ¿A qué dedica su vida?, ¿Para qué sirven sus sacrificios?... Estas y otras preguntas del estilo son respondidas indirectamente a través de los ojos de una cámara que graba desde dentro de una Cartuja. El proceso no fue fácil. Philip Gröning, su director, solicitó permiso para grabar la película en 1984. En el año 2.000 recibió una llamada: Al fin podía acceder a la Cartuja. Tras cinco años de rodaje y posproducción, el mundo pudo entrar en las interioridades de un monasterio a través de su cámara. Trabajos en la casa, en la huerta, en la carpintería, en la granja, rezos, oraciones, cantos, más trabajos, más rezos, más cantos, más trabajos, más rezos, más cantos…. Se van sucediendo como un eterno círculo en una vida aparentemente monótona pero en realidad cargada de Vida.

La película es de ritmo lento, sosegado, reposado. Se requiere un espíritu en paz para disfrutarla. Presenta una fotografía excepcional y sobre todo, mucho silencio. Hay mucha imágenes sugerentes y simbólicas. En muchas escenas domina el color blanco de la nieve y del hábito cartujo, en otras escenas la oscuridad casi absoluta. Es imposible destacar y explicar la simbología de cada imagen, pero algunas son: nieve, piedra, fuego, agua, flores, agua bendita, libros, velas, frutas y verduras, nubes, bruma, gato, araña, vacas, cartas, leña, cielo, estrellas, avión, pan, lluvia, cascadas, plantas... Destacar que muchas de estas imágenes se presentan con dos típos de filmaciones, una nítida y excelente pero la otra borrosa y de muy baja calidad, como queriendo dar la impresión de que esos elementos llevan allí siglos. Me parece un recurso interesante aunque al principio llama poderosamene la atención. De vez en cuando contemplamos primeros planos de las caras de los cartujos quienes no dicen nada pero cuyos rostros lo dicen todo.

Junto a las imágenes prevalecen los sonidos: tormentas, viento, pasos, oraciones, lluvia, cascadas, pájaros... pero sobre todo, las campanas y los cantos litúrgicos como parte de un mundo misterioso y apartado. Todo ello enmarcado en la sobriedad del convento, en los largos corredores del Claustro y la  austeridad de las celdas inidividuales.

Abundan -no podía ser de otra manera- los momentos de oración: de día, de noche, individual, grupal... Exposición y procesión del Santísimo, Eucaristia, Bendición de los alimentos, Rosario... la oración individual suele ser normalmente descalzo, con la capucha y de rodillas. Un mundo sin reloj -pero con campana- en los que los cantos te sumergen en otra dimensión. Asistimos también al ingreso de dos novicios, en cuya oración litúrgica predomina la palabra "Libertad"

A lo largo de la filmación vemos a los cartujos realizar sus labores diarias. Como ya he dicho predomina la oración, pero también observamos el trabajo manual y artesano en oficios de sastrería, peluquería, cocina, lavanderia, limpieza, huerto, carpintería, enfermería, zapatería, administración... algunos de ellos suaves pero otros que requieren un gran esfuerzo físico debido a las inclemencias del tiempo. En los extras se ve también la confección del licor de hierbas Chartreuse, uno de los más exquisitos del mundo, con una fórmula conservada desde hace casi mil años. También observamos momentos de esparcimiento (los domingos) como cuando juegan esquiando en la nieve como lo haría un grupo de niños o como durante el paseo-recreo hablan sobre la importancia de la  Liturgia y los símbolos. 

Durante el metraje oímos fragmentos del Tratado de San Basilio sobre el Espíritu Santo y de los Estatutos de la Orden Cartuja. El film viene presentado con algunas citas bíblicas que son las siguientes. Las dos últimas son de la cosecha propia del director y no del texto sagrado:

"Y en ese momento el Señor pasó. Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó un leve susurro" (Primer Libro de los Reyes 19, 11-12)

"Quien no renuncia a todos sus bienes y no sigue mis pasos no puede ser mi discípulo" (Lucas, 14, 33)

"Señor, me has seducido y yo me he dejado seducir" (Jeremías 20, 7)

¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué enorgullecerte como si no lo hubieras recibido? (Primera Carta a los Corintios, 4,7)

"Pondré dentro de vosotros un espíritu nuevo. Sacaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne" (Ezequiel, 36,26)

"Me buscaréis y me encontraréis. Pues si me buscáis de todo corazón, dejaré que me encontréis" (cf. Jeremías, 29, 13)

"Yo soy el que es" (Éxodo, 3,14)

"El silencio: dejar que el Señor pronuncie en nosotros una palabra igual a Él"

"Mira, me he vuelto hombre. Si os negarais a volveros Dios conmigo, seríais injustos conmigo" 

No tienen desperdicio las palabras del hermano ciego al final de la película, en la única entrevista en la que oímos a un cartujo. Las transcribo porque son casi unos Ejercicios Espirituales:

"No debes temer a la muerte, al contrario. Es una gran alegría volver a encontrar un Padre ¿Por qué temer a la muerte? Es el sino de todos los seres humanos. Cuanto más te acercas a Dios, más feliz eres. Y ese es el fin de nuestra vida... El pasado, el presente... eso es humano. En Dios no hay pasado. Solo hay presente. Y cuando Él nos ve, ve toda nuestra vida. 

Doy a menudo Gracias a Dios por haberme vuelto ciego. Estoy seguro que es por el bien de mi alma que lo ha permitido. 

Es una lástima. El mundo ha perdido el sentido de Dios. Es una lástima porque ya no les queda razón para vivir. Si suprimes el pensamiento de Dios, ¿para qué vivir?

Hay que partir del principio de que Dios es infinitamente bueno y de que todo lo que hace es por nuestro bien. Por eso hay que estar siempre feliz, un cristiano jamás debe estar triste, porque todo lo que le ocurre lo quiere Dios y ocurre por el bien de su alma. Eso es lo más importante. Dios es infinitamente bueno, todopoderoso y nos ayuda. Y todo lo que nos ocurre… no hay porqué preocuparse. Hay que hacer eso y se es feliz".

La última escena presenta una antítesis entre un monje enfermo -casi moribundo- y otro monje joven que realiza su oración en postura de postración. El tiempo es inexorable para todos, también para ellos, cuya vida pasará y será reemplazada por otros monjes.

Aquí comienza mi breve reflexión. La vida religiosa contemplativa es ante todo, una vocación. No todo el mundo está capacitado para llevar una vida tan austera y tan silenciosa. Un silencio que acerca a Dios, una vida libre (sí, libre a pesar de vivir encerrado en una celda la mayor parte del día) y sacrificada del que nos beneficiamos el resto de la Iglesia. La vida contemplativa es el pulmón por el que respira la Iglesia. Cuando dormimos, trabajamos o estamos de ocio, hay hombres y mujeres que no conocemos rezando e intercediendo por nosotros. Es la grandeza de una Iglesia Católica y Universal.

Quien quiera conocer más sobre la vida de los Cartujos, sobre sus escasas comidas, su duro trabajo o sus largas horas de oración, ésta es su película. A mí, personalemente, al ver la cinta me ha asaltado l nostalgia y me ha dado mucha pena que ya no haya Cartujos en Jerez. Tras cuatro siglos de permanencia, hace veinte años tuvieron que marcharse por la falta de vocaciones. Su lugar lo ocuparon las Hermanas de Belén, con una vida muy similar a la de los Cartujos, pero me parece una auténtica lástima que se haya perdido ese patrimonio espiritual de mi ciudad. No corren tiempos propicios ni para la Iglesia en general ni para la contemplación en particular, es obvio, pero no deja de ser una lástima. 

Termino con una repetición y una adverencia: no es una película fácil de ver. Pero merece la pena hacer el esfuerzo. Tu espíritu te lo agradecerá.

lunes, 14 de agosto de 2023

La Posesión de Emma Evans - Exorcismus- (España, 2010)

Creo que es la primera vez que veo una película sobre exorcismos española, y solo por ello merece la pena su visionado. Es cierto que se trata de cine independiente, de bajo presupuesto y rodada en inglés con actores ingleses, pero la producción y el director son españoles. La Posesión de Emma Evans es el segundo largometraje de Manuel Carballo (en la actualidad ha realizado cuatro) protagonizado por los semidesconocidos Sophie Vavasseur (Emma Evans), Stephen Billington (Padre Christopher) y Richard Felix (John Evans). El único actor con cartel -Doug Bradley- (Padre Ennis) aparece únicamente en la última escena del film, de apenas un minuto de duración. La música -bastante acertada- corrió a cargo de Zacarías Martínez de la Riva. La trama es interesante, los planos bastante conseguidos y las interpretaciones convincentes. Se trata de una vuelta de tuerca más a un tema bastante manido, pero que creo que presenta algunas intuiciones muy buenas, así como también es justo reconocer que reincide en tópicos bastante gastados. "Hay cosas que es mejor no haber deseado nunca" es su sugerente slogan publicitario. Lo primero que hay que decir de ella es, que a diferencia de otras producciones semejantes, no presenta el atrayente gancho de "Basada en un caso real / hechos reales", por lo que se asume que todo es ficción, con lo que el guion y la dirección juegan con total libertad para dar una buena dosis de thriller al argumento.

Vamos precisamente con la sinopsis. Emma Evans es una chica de 15 años algo diferente a las demás (sus padres han decidido que reciba homeschooling -educación académica- en casa, algo permitido en Inglaterra) y a la que sus padres tienen bastante reprimida. A pesar de ello, tiene un grupo de amigos y una vida normal, hasta que un día juega con otra pareja a la ouija y hace un sacrificio de sangre con el diablo: "Quiero ser libre (de mi familia)". A partir de entonces empieza a experimentar sucesos extraños a su alrededor. Tras pasar examenes médicos y psicológicos en los que no se detecta ninguna anomalía, sus padres piden ayuda al tío Christopher, un sacerdote que fue suspendido tras la muerte de una chica a la que él estaba tratando con exorcismos. A pesar de no estar autorizado, le piden un exorcismo para solucionar la situación.

A partir de aquí entran en juego todos los tópicos propios de una película de posesiones: Sangre (mucha), vaho, convulsiones, vómitos (de más sangre), cucarachas... acompañadas de las clásicas propiedades extraordinarias en la poseída: levitación, visiones. insultos, fuerza desproporcionada, conocimiento sobrenatural... y el atrezzo eclesiástico necesario para los exorcismos: libros y oraciones en latín, agua bendita, crucifijos que salen repelidos por el contacto con el poseído o que provocan quemaduras en ellos... Hasta aquí, todo de manual y bastante reiterativo en el género.

La novedad viene dada por la figura del sacerdote. Las reglas que da para el exorcismo son muy interesantes, y tienen sentido pleno en la conclusión de la trama:

"Hay un par de reglas básicas: Primera, tendré que quedarme aquí hasta que Emma vuelva a estar bien. Si pasa algo no quiero estar a dos horas en coche. Segunda regla: nada de preguntas. Solo os diré lo que creo que necesitáis saber. Y por supuesto no podéis tomar parte en las sesiones de exorcismo. El diablo es un perfecto mentiroso. Puede que mi fe me ayude a distinguir entre la verdad y la mentira, pero sin fe es demasiado peligroso. Y nadie debe saber que estoy aquí, ni siquiera tu hermana Sara. Hay una cosa más: voy a grabar todo lo que pase en las sesiones de exorcismo. Si la diócesis se entera quiero que sepan que tenia un buen motivo para desobedecerles".

Expuestas y aceptadas las reglas, el exorcismo comienza con los rituales apropiados: en latín, preguntando al poseedor que se manifieste y diga su nombre. Todo queda grabado y recogido en cintas que el sacerdote esconde en su habitación.

Sin embargo, a partir de aquí, la trama da un giro y ya no se centra en el exorcismo, sino que adopta más el género de thriller. Se produce una serie de continuas desgracias en el entorno de Emma al más puro estilo de La Profecía: Su novio y ella tienen un accidente de coche, muere su hermano, su madre se vuelve loca, su tío mata a su padre y se suicida... 

Todos estos acontecimientos tienen un porqué que descubrimos en la última escena, durante una conversación de otro sacerdote, el Padre Ennis, con Emma

Padre Ennis: “El diablo se ha ido. Puede que creyera que estabas muerta o lo que es más probable, que simplemente lograra lo que buscaba cuando entró en tu cuerpo. Es imposible saberlo."
Emma Evans: "¿Dónde está mi tío?".
P.E.: "Lo siento Emma. Me temo que Christopher no espero a que Dios le juzgara por sus errores. Lo que el padre Taylor hizo es imperdonable, pero puedes estar segura de que Dios le hará que pague por ello".
E.E.: "¿Y las cintas?"
P.E.: "Están en un lugar seguro, no te preocupes por ellas. Nadie las verá jamás"
E.E.: "Lo que quiero es recuperar a mi familia. ¿Puede su Dios devolvérmela, Padre? ¿Puede?"

Este final proporciona dos claves. La primera es que el diablo siempre vence (en este sentido es fiel heredera de El Exorcista) y que el sacerdote falla en su cometido. La otra -más extraña- es que la Iglesia Católica tiene un oscuro interés en que estos temas no salgan a la luz. Agregar al Vaticano y su oscurantismo aporta un toque conspiranoico que a mí me deja una severa duda: ¿Por qué iba a querer la Iglesia ocultar la existencia del demonio si con ello se demuestra indirectamente la existencia de Dios?. No encuentro respuesta a esta pregunta.

No obstante, como dije anteriomente, también hay muchas cosas aprovechables de la película. Por ejemplo, algunas frases espiritualmente acertadas del sacerdote son las siguientes:

"Dios no permitirá que te pase nada malo"
"No os preocupéis. Dios nunca abandona a nadie a merced del mal"
"Desgraciadamente, El diablo no necesita que los obispos crean en él para existir"
"El diablo siempre miente. Siempre"

La parte más negativa del film es la continua recaída en los tópicos al respecto de las posesiones. Creo que no hubiera hecho falta sacarlos todos a relucir. Un fallo también bastante común en estas cintas (normalmente por no contar con un asesor para las cuestiones religiosas) es la vestimenta de los sacerdotes. En concreto, el Padre Christopher aparece en varias ocasiones portando en el pecho la cruz pectoral reservada para los obispos, un detalle que no es menor y fácilmente subsanable. 

Finalmente, durante los créditos vemos a Emma paseando a su madre en silla de ruedas por un parque de lo que bien podría ser un psiquiátrico. Una vez más el diablo es el ganador en el film... Ha cnseguido destrozar una familia y arruinar al sacerdote. Dos por uno. En ese sentido, la historia es redonda y el final cuadra a la perfección, siendo un thriller que te mantiene enganchado. A ese respecto, ningún pero que valga.