La Iglesia recuerda hoy a San Pío V (1504-1572), Sucesor número 225 de San Pedro perteneciente a la Orden de Predicadores. Tuvo como tarea principal poner en práctica los decretos del Concilio de Trento sobre del culto divino, los dogmas cristianos y la disciplina interna, alentando asimismo la evangelización de América. A él se debe que los Papas comenzaran a vestir de blanco (antes iban de rojo) ya que continuó llevando su hábito dominico. Fue el inspirador de "La Santa Alianza" que derroto a los musulmanes en la batalla de Lepanto, poniendo fin a la hegemonía turca en las aguas del Mediterráneo. Copio para la meditación su reflexión sobre esa batalla:
"No fueron las técnicas, no fueron las armas,
las que nos consiguieron la victoria.
Fue la intercesión de la Santísima
Virgen María, Madre de Dios".
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