La Iglesia celebra hoy a San Damián de Molokai (1940-1889), presbítero de la Congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María que murió contagiado de lepra cuando se dedicaba a asistir a esos enfermos en las islas de Oceanía. Copio un par de frases suyas para la oración personal:
Asumió esa misión con valentía y plena consciencia, como demuestran sus palabras: "Sé que voy a un perpetuo destierro, y que tarde o temprano me contagiaré de la lepra. Pero ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo". Cuando se contagió dejó escrita esta hermosa oración: "Señor. por amor a Ti y por la salvación de estos hijos tuyos, acepté esta terrible realidad. La enfermedad me ira carcomiendo el cuerpo, pero me alegra el pensar que cada día en que me encuentre más enfermo en la tierra, estaré más cerca de Ti para el cielo".
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