La Iglesia recuerda hoy a Fray María Rafael Arnáiz Barón (1911-1938), santo burgalés de la Orden Cisterciense que estando desde joven aquejado de una grave enfermedad supo asociarla a la cruz de Cristo y ofrecerla como sacrificio. Murió a los 37 años y fue canonizado por Benedicto XVI en 2009. Copio para la meditación algunas de sus frases más famosas:
¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!. La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios. El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?. Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina. ¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!
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