La Iglesia celebra hoy el nacimiento de San Juan Bautista (+30), hecho curioso ya que es el único santo junto a la Virgen María y al propio Jesucristo del que se celebra su nacimiento. Todos los demás santos tienen como referencia el día de su muerte. Precisamente para establecer el nacimiento de este santo se tomó la referencia del de Cristo (24 de diciembre) y se puso 6 meses antes. Juan es conocido como el precursor de la llegada del Mesías o el último profeta de la Antigua Alianza. Copio hoy para la meditación el anuncio del nacimiento del Bautista:
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Isabel. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Isabel era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Isabel te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan, tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos, e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. El pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. Cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. Cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa. Después de aquellos días concibió su mujer Isabel, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
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