La Iglesia recuerda hoy a San Zacarías y Santa Isabel, los padres de Juan el Bautista de los que se sabe muy poco a excepción de lo que nos cuentan los Evangelios. A Zacarías se le atribuye la oración del Benedictus que se reza todos los días en los laudes de la Liturgia de las Horas. Copio hoy esta oración para la meditación:
Bendito el Señor Dios de Israel
porque ha visitado y redimido a su pueblo
y nos ha suscitado una fuerza salvadora
como había prometido desde tiempos antiguos,
por boca de sus santos profetas,
que nos salvaría de nuestros enemigos
y de las manos de todos los que nos odiaban
haciendo misericordia a nuestros padres
y recordando su santa alianza
y el juramento que juró a Abraham nuestro padre,
de concedernos que,
libres de manos enemigas,
podamos servirle sin temor en santidad
y justicia delante de él todos nuestros días.
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo,
pues irás delante del Señor para preparar sus caminos
y dar a su pueblo conocimiento de salvación
por el perdón de sus pecados,
por las entrañas de misericordia de nuestro Dios,
que harán que nos visite una Luz de la altura,
a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas
y sombras de muerte
y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
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