La Iglesia hace memoria hoy de San Beda el Venerable (672-735) presbítero y doctor de la Iglesia que dedicó toda su vida a estudiar y exponer las escrituras en el convento de Wearmouth (Inglaterra). Se le considera el patrono de los historiadores. Copio de su biografía para la meditación sus palabras antes de morir:
Primero se dirigió a Dios a través de la siguiente oración: “Te pido, Jesús mío, que me concediste saborear con delicia las palabras de tu sabiduría, concederme por tu misericordia llegar un día a ti, fuente de sabiduría, y contemplar tu rostro” Entonces le dijo a un monje escribano: le dijo al monje escribano: “ahora sosténme la cabeza y haz que pueda dirigir los ojos hacia el lugar santo donde he rezado, porque siento que me invade una gran dulzura”
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