La Iglesia hace memoria hoy de San Juan de Capistrano (1386-1456) santo italiano presbítero de la Orden de Hermanos Menores (franciscano) famoso por sus predicaciones, por sus penitencias y su llamada a la conversión; por lo que era conocido como el nuevo Juan el Bautista. Copio para la meditación un hecho histórico que da a entender la importancia de San Juan de Capistrano en su época:
Los musulmanes atacaban Belgrado. Contaban con 200 cañones, 50,000 de caballería y una gran flota que penetró por el río Danubio. Ante la superioridad de las fuerzas enemigas, los cristianos pensaban retirarse. Pero intervino Juan de Capistrano convenciendo a Hunyady a que atacara la flota turca a pesar de ser mucho más numerosa, lo que se hizo con mucho éxito. Además, en el momento en que los defensores de la ciudad se iban a retirar dándose por vencidos, Juan los animó llevando en sus manos una bandera con la cruz y gritando sin cesar: "Jesús, Jesús, Jesús". Recorrió todos los batallones gritando entusiasmado: "Creyentes valientes, todos a defender nuestra santa religión". Juan nunca utilizó las armas de este mundo sino la oración, la penitencia y la predicación. Mientras se luchaba en Belgrado, el Papa pidió rezar el Ángelus por la victoria. Los musulmanes fueron vencidos y tuvieron que retirarse de la región. Así se ganó la batalla de Belgrado el 21-22 de julio de 1456.
No hay comentarios :
Publicar un comentario