viernes, 11 de octubre de 2019

San Juan XXIII / Santa Soledad Torres Acosta

Hoy se celebran dos grandes santos de la Iglesia CatólicaSan Juan XXIII y Santa María Soledad Torres Acosta.

San Juan XXIII (1881-1963), llamado "El Papa bueno" por sus cualidades humanas, pasó a la historia sobre todo por convocar el 11 de octubre de 1962 el Concilio Ecuménico Vaticano II. En este blog ya he comentado en otra entrada su precioso "Decálogo de la serenidad". Copio hoy para la meditación el milagro que se verificó para su beatificación que realizó Juan Pablo II:



El hecho atribuido a la intercesión del Papa Bueno hace referencia a la inexplicable curación de una religiosa, Sor Caterina Capitani, enferma de una dolencia estomacal. Era el año 1966 (apenas tres años después de la muerte de Juan XXIII), cuando la entonces joven Caterina Capitani examinada por los médicos de Nápoles recibió el terrible diagnóstico: "Perforación gástrica hemorrágica con fistulación externa y peritonitis aguda". Un caso a todas luces desesperado en el que el desenlace fatal había sido ya aceptado por la familia. Sin embargo, el 22 de mayo de 1966, las hermanas de la enferma, sabedoras de que Caterina era una ferviente admiradora de Juan XXIII, oraron pidiendo su intercesión mientras le colocaban una imagen del Papa sobre el estómago de Sor Caterina. Pocos minutos después, la monja, a la que ya habían administrado el sacramento de la unción de los enfermos, comenzó a sentirse bien y pidió comer. Sor Caterina Capitani, quien falleció en marzo del 2010 (a la edad de 68 años), relató haber visto a Juan XXIII sentado al pie de su cama de enferma, diciéndole que su plegaria había sido escuchada. Días más tarde, una radiografía documentó la desaparición completa del mal que padecía. La ciencia, fue incapaz de dar una explicación a la curación, además en el estómago no le quedaron señales de las cicatrices causadas por la fístula. Una comisión de médicos calificó de "inexplicable científicamente" la curación de la religiosa.



Santa María Soledad Torres Acosta (1826-1887) es una santa española que dedicó su vida a los enfermos más pobres, fundando la Congregación de Siervas de María Ministras de los Enfermos. De ella ya comenté en este blog la película Luz de Soledad, que ilustra perfectamente su vida. Para la meditación copio de su biografía en este caso el transcurrir de sus últimos días:


A finales de septiembre de 1887 madre Soledad cayó enferma. Al acercarse la muerte, le pidieron su bendición. Una hermana le sostuvo la mano mientras decía: Hijas, que tengáis paz y unión. Murió el 11 de octubre.

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