Celebramos hoy a San Narciso de Jerusalén (99-216), obispo de dicha ciudad quien según la tradición vivió 117 años. Fue consagrado obispo a la edad de 80 años, siendo posteriormente acusado de un crimen por tres calumniadores. Copio para la meditación el desenlace de la historia:
Cuenta la tradición que Narciso fue acusado por tres malos cristianos que le calumniaron, afirmando cada uno que, si la acusación fuese falsa, uno se dejaría quemar, el otro sufriría enfermedad y, el tercero, perdería la vista. El santo en lugar de defenderse se retiró al desierto. Entonces, Dios castigó a dos de los acusadores según las afirmaciones que habían hecho, muriendo los dos primeros y el tercero, reconoció su falta, quedando ciego de tantas lágrimas que derramó. Tras esto, San Narciso regresó a su sede.
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